La directora general del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), Elena Álvarez-Buylla Roces, señaló que investigaciones científicas recientes demuestran que el uso de agrotóxicos como el glifosato y el paraoxón –insecticida organofosforado altamente neurotóxico– inducen daños en el ADN humano.

A través de redes sociales, citó un artículo publicado en 2023 en la revista Mutation Research-Genetic Toxicology and Environmental Mutagenesis, elaborado por investigadoras mexicanas, encabezadas por Regina Montero Montoya, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, el cual muestra que el glifosato y el paraoxón inducen daños en el ADN humano.

De acuerdo con los datos analizados las concentraciones (de estos compuestos químicos) usadas en la muestra indujeron daños citogenéticos, incluido que el glifosato causa mayor daño que el paraoxón, dijo, y subrayó que incluso se trata de concentraciones bajas en comparación con otros estudios.

Álvarez-Buylla enfatizó que el glifosato es la sustancia más usada como herbicida en el mundo, pese a que ha sido considerada posible cancerígeno por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En el caso del paraoxón, destacó que ha sido considerado altamente peligroso por criterios tanto de la OMS como de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, por lo que se ha prohibido en muchos países, incluido México.

Dijo que el Conahcyt puso en marcha hace más de dos años el Programa Nacional Estratégico, que impulsa la agroecológica, la protección de la tierra y el agua en la producción de alimentos libres de agroquímicos.

En San Pablo Papantla, Veracruz, ejemplificó, se cultivan cítricos sin uso de glifosato; se ofrece capacitación a los productores y la recuperación de sus conocimientos para el uso de bioinsumos.

De acuerdo con datos y testimonios de los productores difundidos por el Conahcyt, en la comunidad de El Jagüey, municipio de Chicontepec, Veracruz, se producen cítricos sin uso de agroquímicos, con elaboración de fertilizantes propios y control agroecológico de plagas y enfermedades.

Los productores de cítricos han dejado de comprar agroquímicos, como el glifosato, y emplean sus propios bioinsumos, como la ceniza de fogón, que contiene insecticidas, fertilizantes y minerales, lo que ha permitido que las huertas incluso incrementen su producción, sin generar daños a los ecosistemas.