Opinión
Ver día anteriorLunes 11 de marzo de 2024Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Contaminantes en acuíferos de Coahuila
A

ntes de abordar el tema que prometí el lunes pasado sobre el arsénico en los acuíferos de Coahuila, varios lectores me piden información sobre el programa que cité ese día: Agua Saludable para la Laguna, anunciado hace tres años por el presidente López Obrador. El objetivo: lograr el uso racional del líquido que consumen 1.8 millones de habitantes y abatir en él la presencia de arsénico. Además, regular el agua que utilizan ejidatarios y los agroempresarios. Cabe señalar que el anterior mandatario, Enrique Peña, prometió terminar con los problemas mencionados.No lo hizo.

Y el origen de ellos es la negligencia de la Comisión Nacional del Agua, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y el Organismo de Cuencas Centrales del Norte. Además, a los intereses de grupos empresariales, los más beneficiados con la explotación de dicho recurso, y, en paralelo, su mal manejo por el sector ­agropecuario.

El pasado 21 de diciembre el primer mandatario puso en operación la etapa inicial del programa. Van ya invertidos casi 7 mil millones de pesos de los cerca de 15 mil millones del programa. Gracias a esos recursos se sustituirán pozos con alta concentración de arsénico en los cinco municipios de Coahuila y en los cuatro de Durango que conforman esa región; proveerá hasta 200 millones de metros cúbicos al año de agua a fin de atender en el futuro a una población de 2 millones de habitantes. Dos módulos de la planta potabilizadora ya funcionan y se dota de agua a 415 mil habitantes en el eje conurbado Torreón-Gómez Palacio-Lerdo.

Es importante mencionar que hace un año la Suprema Corte de Justicia de la Nacional concedió el amparo y la protección de la justicia a organizaciones ambientales que luchan por acabar con los citados problemas. Ordenó adoptar todas las medidas positivas necesarias, incluidas las normativas o reglamentarias, para garantizar la preservación, el suministro y el saneamiento sustentables de los recursos hídricos del acuífero principal de la región Lagunera. En 2020 tenía una recarga anual de 534.1 millones de metros cúbicos y se extraían 683.1 millones. Un déficit de 149 millones.

Pero la contaminación del líquido afecta a otros acuíferos de Coahuila. Un detallado trabajo del Hub de Periodismo de Investigación de la Frontera Norte, proyecto del International Center for Journalists, muestra que entre 2012 y 2022, la Comisión Nacional del Agua detectó cuatro pozos con altas concentraciones de arsénico y flúor en Cuatro Ciénegas, Juárez, Ocampo y Saltillo y la hay en otros acuíferos de la entidad. Los participantes en la investigación afirman que el monitoreo del agua no abarca a todos los pozos de los que se surte a la población, la cual ignora la calidad del agua que consume.

Además, revela la falta de revisión adecuada y monitoreo de los mantos acuíferos; la descoordinación y la ausencia de transparencia que impera entre las dependencias que, por ley, deben garantizar el buen estado del líquido para los hogares, como alerta la especialista Rosario Sánchez, investigadora de la Universidad de Texas. Y una prueba de la contaminación son los datos obtenidos en el citado trabajo de las instancias oficiales en 38 municipios. Se detectó la presencia de arsénico, calcio, dureza, sulfatos y fluoruro en 79 lugares de los citados cuatro municipios.

Hace 70 años, la doctora Lilia Albert alertó de los peligros del arsénico y el flúor. Pueden originar cáncer de vejiga, piel, hígado, daño cognitivo, fluorosis esquelética y alteraciones al sistema inmune. Figuran a escala mundial entre las 10 sustancias químicas sobre las cuales hay que poner la mayor atención a fin de proteger la salud de la población. Esto lo saben las autoridades mexicanas.

Si se extendiera la investigación sobre ambos contaminantes a otros mantos acuíferos de Coahuila y del país, se vería el trabajo que el sector público tiene pendiente para garantizar la extracción de agua de buena calidad. Y, además, la urgencia de revisar las concesiones concedidas para explotarla y que benefician especialmente a poderosos grupos empresariales y políticos. Este sexenio no lo hizo, pero la candidata de la 4T promete hacerlo. Ojalá no sea, como en el pasado, un eslogan más de su campaña electoral.