Presidente Macron promete zambullirse
Viernes 1º de marzo de 2024, p. a11
El río Sena, ese mítico afluente que cruza la ciudad de París, no ha visto nadadores en más de un siglo. Nadie se baña en esas aguas desde 1923 en que fue prohibida esa actividad, aunque en años recientes y en ciertos puntos de la ribera algunos atrevidos han practicado clavados y la marca de bebidas energéticas Red Bull organizó un torneo en una plataforma en Port Debilly.
Esas aguas antes contaminadas y peligrosas para la salud, tras un amplio proyecto de saneamiento, estarán listas otra vez para algunas competencias de los Juegos Olímpicos de París 2024 y para quien desee zambullirse. El presidente francés Emmanuel Macron será uno de quienes tengan esta experiencia, pues ayer prometió darse un chapuzón tras la limpieza del caudal para los Juegos del próximo verano. Durante una inspección a la villa que albergará a los deportistas durante las justas, Macron destacó la reducción de los nive-les de contaminación en el Sena como uno de los legados positivos a largo plazo que dejará la cita. Mencionó la extraordinaria
inversión pública para que el río tenga las condiciones de salubridad adecuadas para volver a nadar.
Cuando un periodista le preguntó si se bañaría en el caudal, Macron replicó:Yo, sí, me lanzo
. Pero declinó dar una fecha exacta.
No te daré una fecha: está el riesgo que estarás ahí
, dijo.
Sin importar si nada o no, la visita de Macron a la futura Villa Olímpica sirvió para mostrar cómo los Juegos 2024 están transformado las zonas pobres de los suburbios parisinos.
Respetuosa del medio ambiente, la villa ha creado 2 mil plazas de empleo, con mil 136 para residentes locales. Costó alrededor de 2 mil 200 millones de dólares, en su mayoría de inversionistas de bienes raíces, pero también el gobierno inyectó 700 millones.
La presidencia francesa aseguró que sólo hubo un costo adicional inferior a 3 por ciento, sin tener en cuenta la inflación.
La empresa constructora Solideo transfirió el jueves la villa a los organizadores de París, con la entrega simbólica de una llave ante la presencia de Macron.
Es un gran día. Una demostración de que Francia es una nación de constructores
, expresó el mandatario francés.
El Sena atraviesa la Villa Olímpica, que acogerá a casi 14 mil 500 atletas y entrenadores durante los Juegos Olímpicos (del 26 de julio al 11 de agosto), y a 9 mil durante los Paralímpicos (del 28 de agosto al 8 de septiembre).
Su construcción duró siete años y pese al covid, dos años de inflación y la guerra en Ucrania, lo han logrado a tiempo, dentro del presupuesto y con una ejemplaridad social y medioambiental
, subrayó Macron.
Manifiesto del siglo XXI
Cuando el despilfarro, las obras apresuradas y los extravagantes proyectos de infraestructuras han empañado en el pasado la reputación de los Juegos Olímpicos, París 2024 abogaba por un modelo sobrio
y climáticamente responsable.
Hemos hecho de la Villa Olímpica no sólo un escaparate, sino también un manifiesto de las grandes cuestiones urbanas del siglo XXI
, declaró Nicolas Ferrand, responsable de Solideo, sobre este espacio de 52 hectáreas, situado al norte de París.
Este sitio, que se convertirá tras la cita olímpica en un barrio de oficinas y viviendas de las ciudades de Saint-Denis, Saint-Ouen y L'Île-Sain-Denis, contará además con paneles solares, sistemas de reutilización de agua y de purificación del aire.
Situada entre esas comunas, cuenta con 82 edificios, 3 mil departamentos y 7 mil 200 habitaciones, y tiene en su corazón la Ciudad del Cine, que acogerá el restaurante principal, con capacidad para 3 mil 500 cubiertos.
Con información de Ap y Afp