Cultura
Ver día anteriorLunes 26 de febrero de 2024Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
En el Museo de la Felicidad de Madrid, el visitante recibe su dosis de oxitocina
 
Periódico La Jornada
Lunes 26 de febrero de 2024, p. 5

Madrid. La ciudad de Madrid alberga un espacio en el que es posible recargar las hormonas de la felicidad a través de una máquina de risoterapia, de abrazadores colombianos y de un tobogán que tiene el poder de revivir recuerdos de la infancia.

Se trata del Museo de la Felicidad, el primer espacio de estas características en España inspirado en el Happiness Museum de Copenhague, y que ha sido concebido para que los visitantes de todas las edades descubran algunas evidencias de lo que realmente los hace dichosos.

La idea del Museo de la Felicidad surgió en la pandemia, con una búsqueda de Internet de nuestro director, Pablo Claver, quien se dio cuenta de que sólo hay un museo dedicado a la alegría y está en Copenhague. Entonces, para que esta emoción llegara a más personas, decidió tener un Museo de la Felicidad en Madrid, explicó la coordinadora general del recinto, Laura Fernández, durante una visita con medios.

El museo, ubicado en la Ronda de Valencia, está distribuido en cuatro grandes áreas y más de 20 experiencias inmersivas pensadas para que el público general redescubra la dicha con un recorrido por la Historia y Geografía de la Felicidad, El Risódromo, El Laboratorio de la Felicidad, El Espacio de la Felicidad Más Allá del Dinero y el Show de la Magia Feliz. Las instalaciones, cuyas puertas sólo se abren a los que muestran una gran sonrisa, ya han recibido a cerca de 30 mil visitantes desde la inauguración, el 29 de septiembre pasado.

Es muy interesante que vengan personas con una predisposición media-baja, que vienen un poco a ver qué encuentran, y salen muy agradecidas, destacó la coordinadora del museo.

¡Estoy volando en un dragón!

Entre las experiencias más populares que ofrece el recinto, destacan el Armario de la Verdad, que permite reflexionar sobre las personas del entorno que contribuyen a su felicidad; El Risódromo, cabina en la que se practica la risoterapia, o el Tobogán Feliz, que retrotrae a la niñez y a las primeras veces de todo aquel que aterriza en su piscina de pelotas.

Otro de los grandes atractivos del Museo de la Felicidad es la experiencia del Viaje Mágico con las gafas de la felicidad, que ofrece a quienes se equipen con los dispositivos de realidad virtual, un recorrido por la ciudad utópica de Tomás Moro.

Sobre las gafas de realidad virtual puedo decir que quienes más las disfrutan son las personas mayores. Cuando en los grupos hay abuelos, y se sientan aquí para ver qué pasa cuando se ponen las gafas, es un momento muy emocionante, porque es la primera vez que viven una experiencia de este estilo, recordó Laura Fernández.

Pero no solo los mayores: los niños también viven la experiencia de manera única. Por ejemplo, aquella niña está volando ahora mismo sobre un dragón, señaló la coordinadora.

Este particular espacio, en el que entrenar la felicidad va más allá de su homónimo ubicado en Dinamarca, apuesta por ofrecer al público experiencias lúdicas, pero también educativas para comprender el papel de la química en el cerebro.

Abrazadores colombianos

Otro de los aspectos por los que destaca el Museo de la Felicidad es sin duda sus abrazadores, muñecos de trapo confeccionados por mujeres colombianas en riesgo de exclusión, los cuales simulan un cálido abrazo que permite la liberación de oxitocina. En este sentido, los técnicos del espacio también trabajan el ejercicio de la bondad, especialmente con la comunidad educativa, como una acción que puede generar empatía y aumentar la felicidad.

Una técnica que ayuda a aumentar la felicidad es intentar de todas las maneras recibir a todo el mundo con una sonrisa, aunque sea un mal día, afirmó Fernández.

La música y los sentidos también tienen su sitio en forma de discoteca en la que bailan al ritmo de Bon Jovi, Gloria Gaynor, The Monkees o Abba. Tras ello, los visitantes tendrán oportunidad de descubrir a qué huele la felicidad, qué sabores son los que nos aportan mayor sensación de bienestar o cuáles son los factores que más pesan a la hora de encontrar fortuna en forma de lingotes de oro.

La dicha es un estado con el que los seres humanos sentimos una grata satisfacción física y mental, y es una meta fundamental. Tanto así que desde 2013 Naciones Unidas celebra el Día Internacional de la Felicidad cada 20 de marzo, para reconocer el papel que desempeña en la vida de las personas del mundo.

El museo cuenta con un gran mural que da fe de esta teoría, y en el que los visitantes pueden escribir en una nota todas las cosas que creen que les aportan alegría o felicidad. No hay excusa para no venir y dedicar tiempo para ser feliz, concluyó Fernández.