Domingo 25 de febrero de 2024, p. 13
Estudios epidemiológicos y ensayos clínicos muestran que el deterioro cognitivo que se manifiesta como demencia o Alzheimer puede asociarse con la pérdida auditiva, por lo que es fundamental acudir a la medicina preventiva, coincidieron especialistas del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).
Marco Antonio Lara, del Departamento de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello del INER, explicó lo anterior. Indicó que esta posibilidad casi se duplica en quienes tienen pérdida auditiva leve; se triplica en pacientes con grado moderado y se quintuplica cuando es severo.
Al abordar el tema Los riesgos ocultos de la pérdida auditiva, destacó que la demencia, debido a la pérdida de audición, es más común en adultos mayores.
En el contexto del Día Internacional del Implante Coclear –25 de febrero– y el Día Mundial de la Audición –el 3 de marzo–, enfatizó que el deterioro auditivo ocasiona también aislamiento debido a la imposibilidad de comunicación, lo cual aumenta el riesgo de otras enfermedades, así como de fallecimiento.
Se duplica cada diez años
A lo largo de la vida, la pérdida auditiva se duplica cada 10 años; actualmente casi dos de cada tres mayores de 70 años tienen este problema, que incide en sus actividades diarias; no obstante, subrayó, la pérdida auditiva es uno de los factores más prevenibles para evitar la demencia.
En tanto, Lizette Carranco Hernández, especialista en Audiología del mismo departamento, puntualizó que una de cada tres mayores de 60 años presenta algún grado de pérdida auditiva y una de cada dos superiores a los 85. Agregó que la diabetes y la hipertensión aceleran el desarrollo de este problema.
Asimismo, esta condición ocasiona bajo rendimiento laboral, cansancio físico, fatiga auditiva, problemas de memoria, deterioro cognitivo, cambios pupilares, estrés al no escuchar lo que dice la otra persona, incremento de cortisol por el propio estrés y bajo rendimiento escolar.