Cultura
Ver día anteriorSábado 24 de febrero de 2024Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
La bailarina Natsu Nakajima reúne sus memorias en Al desaparecer van naciendo

El libro sobre la póetica del butoh se presenta hoy en Los Pinos con la presencia de la autora

Foto
▲ Natsu Nakajima (primer plano)fue discípula del maestro Tatsumi Hijikata, fundador del butoh.Foto EKO Casa de Cultura Japonesa
 
Periódico La Jornada
Sábado 24 de febrero de 2024, p. 4

Antes de morir, el maestro Tatsumi Hijikata (1928-1986), fundador del ankoku butoh, dijo a su discípula Natsu Nakajima: Escribe sobre la historia oculta, porque es la de la gente sin nombre y ahí está la verdad. Después de décadas, la coreógrafa y bailarina logró reunir sus memorias en el libro Al desaparecer van naciendo: La poética butoh.

La obra, publicada por EKO Casa de Cultura Japonesa AC y Ala de Mosca Editores, se presenta hoy a las 13 horas en la Casa Miguel Alemán del Complejo Cultural Los Pinos, con los comentarios de la investigadora de artes escénicas Patricia Cardona y la autora.

Nacida en 1943, en Sajlin, isla muy alejada de la capital, en el norte, la zona animista de Japón, Nakajima es referente clave del butoh y una privilegiada, porque trabajó con Tatsumi Hijikata y Kazuo Ono, quienes dieron vida a una nueva forma de entender la danza.

El libro bilingüe en japonés y español reúne los textos que escribió la maestra entre 2015 y 2024, así como una conferencia que dio en la Universidad Fu Jen de Taiwán, en 1997. También incluye el relato Butoh de mi camarada, escrito por Hijikata sobre Natsu.

Sobre el movimiento artístico japonés, Nikijama comparte en el libro: “A través del ankoku butoh aprendí a entender el corazón y el cuerpo como uno solo. El ankoku butoh se trata de conocimiento corporal.

Por tanto, Hijikata le decía taiken butoh antes de llamarlo ankoku butoh. Taiken es como un viaje, cuando vives algo con todo el cuerpo; lo puedes tragar y una vez que esté adentro ya no se te escapa. A través de taiken conoces algo, lo vas sintiendo, y eso se convierte en una fuerza de cierta existencia. Esa fuerza nos hace transformarnos.

A propósito de la presentación del libro Al desaparecer van naciendo: La poética butoh, de Natsu Nikijama, La Jornada conversó con la directora de EKO Casa de Cultura Japonesa, Sakiko Yokoo, quien también es la editora, y Espartaco Martínez, autor del epílogo.

La editora destacó que la publicación, además de los textos de Natsu, cuenta con un texto muy valioso que escribió Hijikata sobre su discípula, en el que le dice: Tú te asomaste al butoh, te metiste en el butoh y tú has bailado a través de ese butoh. Lograste visualizar tu vida con ojos misteriosos, por eso tu butoh se ha expresado como una frescura silenciosa, sensible y lírica.

Espartaco Martínez expresó que Natsu es la única sobreviviente y la única persona de ese movimiento, porque el butoh surgió en todo el mundo, pero ella estuvo con los maestros Hijikata y Ono, y fue parte de esa primera generación. A sus 80 años, la maestra Natsu viene a cumplir un ciclo y un compromiso que nos involucra porque se trata de un legado. No es casual que en sus primeras visitas al país le tocara encontrarse con Eugenia Barba y abriera hace 30 años la puerta del butoh para México. La maestra ahora cumple con un encargo que va más allá de lo personal, como pocos hacen. Tenemos en su libro una inspiradora descripción que desde el ankoku da esperanza.

Sakiko Yokoo indicó que Al desaparecer van naciendo: La poética butoh comenzó a gestarse en 2021 y la visita a México de Natsu contó con el apoyo de la Fundación Japón.

Al referirse al butoh en Latinoamérica, Martínez explicó que a partir de la llegada al país de Nikijama y de otros maestros como Katsura Kan y Ko Murobushi se abrieron nuestros parámetros, porque ella plantea un teatro total; creo que desde Antonin Artaud se hablaba de este gran teatro revolucionario.

El butoh en Latinoamérica ha dado espacio a un tipo de visión cultural que había estado estigmatizada. Natsu conecta mucho, y este libro me parece interesante porque representa el legado de 80 años de la maestra, y así como llegó el tercer teatro, el de la disidencia, también llegó el butoh y está dejando entusiasmo en los jóvenes.

En la publicación se informa que Nikijama se presentó por primera vez en México en 1987, en el Festival Internacional Cervantino; ese mismo año realizó algunas funciones en el Centro Cultural Universitario.

Sobre su relación con este país, la autora escribe en el libro: México es un lugar especial para mí. Siento que hay una conexión fuerte entre mexicanos y japoneses. Porque los mexicanos tienen en su vena la sangre indígena y dicen que los indígenas llegaron de Asia por el estrecho de Bering... Nosotros los japoneses somos budistas, pero tenemos el animismo en el fondo, como un fundamento arcaico, y ése es el eje del butoh.