La cinta tuvo un cálido recibimiento en el certamen // Plasma la soledad del migrante al no dominar el idioma
Sábado 17 de febrero de 2024, p. 7
Berlín. La participación del talento mexicano bajo la mano del realizador Alonso Ruizpalacios tuvo un cálido recibimiento, cuan cálida puede ser la atmósfera en una cocina. Bajo el sugerente título La cocina compite el joven mexicano quien ya cuenta con una exitosa carrera dentro del Festival de Cine de Berlín. En 2014 llegó con Güeros y obtuvo el Oso de Plata como mejor ópera prima. En 2018 con Museo obtuvo el Oso de Plata por mejor guion original y en 2021 llegó con Una película de policías.
Rodada en blanco y negro, la cinta tiene como base una popular obra teatral del dramaturgo británico Arnold Wesker que se estrenara en 1957.
El contexto de la cinta de Ruizpalacios está relacionado a su experiencia como estudiante en Nueva York que, reconoció, era una situación un tanto privilegiada; relató haber trabajado en una cocina y haber entrevistado a muchos cocineros cuyas historias y sueños están en buena parte contenidos en el filme.
Rememorando esa experiencia, el realizador mexicano expresó que hay una cita del dramaturgo en la que está basada la obra que dice: para Shakespeare el mundo era un escenario; para mí es una cocina, el mundo es una cocina, quiere decir que en ese sitio encuentras un microcosmos del mundo y cuando lo metes bajo presión puedes observar muchos de los comportamientos humanos más extremos, la enemistad, la masculinidad tóxica, pero también la amistad y el amor; yo también los encontré cuando trabajaba en una cocina
.
La adaptación de Ruizpalacios se desarrolla en un restaurante de Nueva York cuyos empleados son un crisol de nacionalidades: México, Colombia, Marruecos, Albania, por sólo mencionar algunos.
Durante la agitada hora del almuerzo en que las meseras intentan atender a los clientes con una amabilidad difícil de sostener, el ajetreo que se desarrolla en la cocina con la preparación de las órdenes por momentos resulta irritante con algunas escenas rayando el surrealismo cuando los empleados se mueven en un espacio que está siendo inundado al quedar abierta una máquina que expende refrescos gaseosos.
Paralela a la presión por sacar adelante el trabajo, la película presenta a Estela, una migrante mexicana recién llegada a Nueva York y que solicita trabajo sin dominio del idioma pero con experiencia en una cocina de conocida cadena de restaurantes en México: protagonizada por la actriz Ana Díaz, de manera emotiva en conferencia de prensa compartió su muy personal experiencia: para mí fue impresionante, siempre quise trabajar con Alonso, luego me enteré de la historia; vi ahí una oportunidad para retratar la soledad del migrante; mi mamá hace años salió de su país y está viviendo en uno donde no conoce el idioma y para mí eso es la soledad pura, no poder compartir tu cultura, esas palabras, y entonces aprendí a verlos con ternura; la valentía se muestra cuando dejas atrás todo lo que amas por seguir un sueño. Son personajes con miedos, con muchas heridas, pero también sueños y no hay que quitarle a las personas la posibilidad de soñar
.
La cocina sigue también la historia del cocinero Pedro, interpretado por el actor mexicano Raúl Briones Carmona. Involucrado sentimentalmente con Julia, una estadunidense empleada como mesera cuyo papel es interpretado por Rooney Mara. El desenlace no podía haber sido más agitado cuando se entera de que su enamorada se ha practicado un aborto y rompe en desesperación alterando violentamente la jornada en la cocina.