Sin contratiempos, Chivas se clasificó a los octavos de final de la Liga de Campeones de la Concacaf y dio el primer paso hacia un posible enfrentamiento contra las Águilas del América.

Falta que los capitalinos cumplan en su eliminatoria contra el Real Estelí para que el clásico nacional pueda llevarse a cabo en el torneo de clubes más importante de la región.

Tras imponerse 2-1 al Forge FC, el Guadalajara logró ayer su pase a la siguiente ronda con un marcador global de 5-2.

Después de la cómoda ventaja que sacaron en la ida, el Rebaño supo controlar el partido y tomó el protagonismo en el Akron.

Sin gran oposición del rival, los locales encontraron la forma de hacerle daño a un equipo al que le urgía revertir el 3-1 que recibió en Canadá.

La primera aproximación recayó en los botines de Jesús Sánchez con un disparo de larga distancia que terminó en un tiro de esquina, que a la postre culminó en la primera anotación del partido en un remate dentro del área de Erick Gutiérrez.

Sin su cuadro estelar, el técnico Fernando Gago dio oportunidad a varios juveniles que le supieron responder dominando a placer la primera mitad.

Si no es por la mala puntería, los tapatíos tranquilamente pudieron adelantarse un par de veces más antes de la primera media hora.

Sin embargo, no mantuvieron la misma intensidad y bajaron el ritmo en gran medida a la permisividad de los canadienses.

Aunque Chivas continuó sin ser contundente en el complemento, le alcanzó para encontrar una segunda anotación, esta vez por conducto de José Castillo. El Forge, por su parte, descontó cuando el partido estaba completamente definido.