La inflación ha dejado su huella en el mundo de la belleza, higiene y limpieza. Los precios al consumidor habían moderado su crecimiento, pero el encarecimiento general se volvió a acelerar al empezar 2024.

Distintos sectores han sido afectados, uno de ellos es el de este tipo de productos que desde 2021 ha registrado alzas en sus precios.

Tan sólo los servicios de cuidado personal superan la inflación general (4.88 por ciento), pues en enero tuvieron una variación anual de 7.40 puntos.

Tras la pandemia y la crisis de las cadenas de suministro, se registró un aumento de precios en todos los ámbitos, desde la energía hasta el transporte, la producción o las materias primas, lo que incidió en los precios finales de todos los bienes y servicios. El universo de la moda y la belleza no estuvo exento.

La falta de camioneros y la crisis del microchip llevaron a muchas empresas a apostar por el envío marítimo, que no sirve de mucho sin medidas de transporte desde puertos hasta las fábricas y tiendas. Esto trajo una saturación absoluta portuaria y una subida radical del precio de los contenedores de barcos que las firmas solventan como pueden.

Aunque no ha impactado tanto la categoría de belleza, los consumidores han optado por productos de menor precio. Además, adquieren más artículos de esa índole que de higiene. Para belleza crecen, principalmente, los segmentos de fragancias y maquillaje, en los que la marca del distribuidor tiene menos presencia.

La clientela también ha sentido afectaciones de forma directa, pues ir al salón de belleza o de masajes sale este año más caro.