Sábado 10 de febrero de 2024, p. 25
Nueve familias que habitaban el edificio ubicado en la calle Astrónomos 53, colonia Escandón, en la alcaldía Miguel Hidalgo, fueron desalojados de manera forzada como parte de un juicio que consideraron irregular, al tener oportunidad de defenderse, porque desconocían de su existencia y nunca recibieron aviso o notificación previa, e incluso desconocen quién es la persona que promovió dicha acción.
Los afectados ocupaban cuatro departamentos y cuatro cuartos de azotea; a las 7:10 de la mañana se presentó una mujer que dijo ser actuaria del juzgado, con resguardo de policías y una decena de cargadores.
Manuela Andrés, de 70 años, sentada frente a sus pertenencias sobre la acera, dijo que vive de la pensión que obtuvo después de trabajar muchos años como camarera del hotel Martí, a una calle de allí; no tiene familiares a quien recurrir ni recursos para pagar una renta, por lo que estaba a la espera de alojarse con algunos de sus vecinos que también buscaban dónde instalarse.
María Félix Terrazas, quien ocupaba un departamento con su hija y un bebé de dos meses, explicó que la propietaria del inmueble, Antonia Arizmendi de Sauza, habría heredado al fallecer la propiedad a sus dos hijas, de las que no han tenido noticia en años, sólo saben que una vive en la colonia Roma y otra en Guadalajara.
Todo este tiempo pagaban una renta a otra inquilina allegada de la dueña, María López Castro, ya muy mayor, quien se fue del edificio hace tres años al enfermar.
Comentó que en noviembre pasado a uno de los inquilinos le robaron las llaves y un teléfono cuando iba a ingresar al edificio, por lo que tuvieron que cambiar la cerradura; días después la misma pareja que cometió el robo intentó abrir la puerta, lo que fue captado por la cámara de un negocio contiguo. En ese mismo mes un grupo de jóvenes intentó ingresar con el pretexto de que iban de parte del dueño para pintar el edificio, pero se retiraron cuando los residentes llamaron a la policía.
Durante el desalojo, una inquilina a la que identificaron como Isabel Rabarozzi recibió un golpe en la cabeza cuando los cargadores abrieron con violencia su puerta; explicaron que tiene 80 años y es propietaria del puesto de periódicos en la esquina contigua de José Martí, y al igual que Manuela tampoco tiene familiares.
A media tarde llegó un servicio de comida a domicilio para quienes tras el desalojo se quedaron a resguardo del inmueble; el pedido era para una persona que se identificó como Marcial, quien recibió los alimentos sin abrir la reja, asegurada con una cadena y candado, y se negó a dar información sobre lo acontecido. A ellos los tratan bien y nosotros ni hemos desayunado
, comentó Manuela.