Jueves 8 de febrero de 2024, p. 12
En la actual administración federal se ha hecho énfasis en el aspecto punitivo al abordar las violencias de género, en lugar de privilegiar la prevención, consideraron feministas, quienes indicaron que la posibilidad de tener a una mujer en la Presidencia es positiva, pero no garantiza una perspectiva diferente a la que ha prevalecido.
En la presentación del Informe nacional sobre Centros de Justicia para las Mujeres, elaborado por Equis-Justicia para las Mujeres, Fátima Gamboa, presidenta de la agrupación, señaló que en este sexenio la política (en la materia) ha sido más punitiva que preventiva, y lo que ha faltado es abrir el espacio al diálogo con la sociedad civil, con mujeres, centros de justicia y refugios, para escuchar desde esas realidades cómo se debería mirar la prevención para la diversidad de mujeres, porque las políticas de prevención de violencias no se van construir desde lo legal ni tampoco desde los escritorios
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Wendy Figueroa, directora de la Red Nacional de Refugios, señaló que en este gobierno federal, pero también en los anteriores, se la han pasado administrando las violencias. Siempre escuchamos las cifras: que bajaron, que subieron...
Advirtió que además de los altos índices de impunidad, está la cifra negra, pues algunos feminicidios se maquillan como homicidios dolosos, así como el mayor riesgo y peligro en que se sitúan las mujeres cuando denuncian
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Subrayó que si no existen mecanismos garantes para proteger a las mujeres, los índices de violencia feminicida van a seguir en aumento
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Gamboa insistió en que la estrategia contra las agresiones machistas está orientada a pensar la erradicación en clave de delito, cuando sabemos que las formas y espacios de violencia son mucho más que lo que está tipificado en el Código Penal y que hay que combatirla no porque es un delito, sino porque son violencia
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Las acciones de esta política están dirigidas a informar a las mujeres que ante la violencia, denuncien, y eso es un problema, porque hay mucha denuncia, pero tenemos índices de impunidad de casi 98 por ciento. Las denuncias, las investigaciones, las carpetas no van a proteger la vida de las mujeres y tampoco van a reducir el riesgo
que enfrentan.
Confiaron en que el siguiente sexenio haya mayor retroalimentación con las agrupaciones civiles defensoras de los derechos de las mujeres.
Gamboa indicó que el hecho de que una mujer esté en un puesto de poder no necesariamente garantiza que lleve una agenda feminista
, lo cual no sólo implica pronunciarse a favor del sector, sino tener una agenda colectiva, pensada, diseñada con la diversidad de los feminismos. Sí es importante tener una mujer en la Presidencia, pero no es lo único ni suficiente para que se cambie la realidad de la vida de las mujeres en México
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