Muestra reúne más de 50 obras de ex combatientes de las FARC
Miércoles 7 de febrero de 2024, p. 4
Bogotá. Más de 50 obras de arte atravesaron los gruesos barrotes de la cárcel La Picota de esta capital para instalarse a sus anchas en el espacioso salón de exposiciones de la sede del Fondo de Cultura Económica (FCE), donde se inauguró ayer una potente muestra elaborada por ex combatientes de las FARC que siguen en prisión a pesar de los acuerdos de paz que esta guerrilla firmó hace siete años con el Estado.
Organizada por la embajadora de México en Colombia, Martha Patricia Ruiz Anchondo, con el apoyo de los ministerios de Justicia y Cultura de Colombia, la muestra de pinturas y esculturas versa sobre una gran diversidad de temas y –al contrario de lo que podría pensarse– pocas aluden a la vida en prisión o a los estragos de la larga guerra que vivieron sus autores.
En presencia de los artistas, que pudieron salir por unas horas de La Picota, Ruiz Anchondo agradeció al gobierno del presidente Gustavo Petro por permitir que a través del arte podamos seguir abriendo caminos a la paz de Colombia
y dijo que eventos como esta exposición artística son pasos hacia la reconciliación
.
La embajadora mexicana recordó que la diplomacia ha existido desde su origen para cimentar la paz, derecho raíz sin el cual es imposible disfrutar todos los otros derechos del ser humano
.
En el breve espacio de libertad que vivieron los ex guerrilleros aún privados de su libertad, varios tomaron la palabra para agradecer a México, país garante de los acuerdos de paz de 2016, y enviaron mensajes al presidente Petro, invitándolo a visitar el pabellón sexto de La Picota para que compruebe allí que sí es posible su iniciativa de humanizar las cárceles del país
.
Los artistas y ex combatientes dijeron que, a pesar de los incumplimientos de anteriores gobiernos, ellos sí están cumpliendo y confiaron en su pronto regreso a la libertad, al tiempo que reclamaron el inmediato regreso a Colombia de Simón Trinidad, ex comandante de las FARC que fue extraditado hace 20 años a Estados Unidos, donde cumple una condena de 50 años en la prisión de máxima seguridad de Florence, en el estado de Colorado.