Lunes 29 de enero de 2024, p. 26
Bogotá. Con las desoladoras imágenes de miles de hectáreas consumidas por las llamas circulando por la televisión y los medios impresos, el gobierno del presidente Gustavo Petro expidió ayer, de manera oficial, el decreto que declara desastre nacional en todo el territorio
por los incendios forestales y la situación climática derivada del fenómeno meteorológico de El Niño.
Petro había anunciado la medida desde el jueves pasado, pero su contenido sólo se conoció con la publicación del decreto, en el cual se especifica que la declaratoria de desastre nacional de extenderá por los próximos 12 meses, prorrogables en caso de que las autoridades lo consideren pertinente.
Según el documento oficial, alcaldes y gobernadores, así como entidades públicas encargadas de atender las emergencias, podrán hacer contrataciones directas a empresas e instituciones privadas con el fin de prevenir o atender nuevos incendios, sin cumplir los rutinarios mecanismos de licitación exigidos en épocas de normalidad.
Según el jefe de Estado, el decreto nos permite mover partidas para atender situaciones de desastre, lo mismo que se hará con la carretera del Chocó
, donde hace 10 días quedaron sepultadas 34 personas que viajaban por carretera desde Medellín hasta Quibdó, capital del departamento.
Las imágenes de páramos arrasados, espesos bosques convertidos en cenizas, humo y llamas que se elevan al cielo sin nubes, en al menos siete departamentos del país, desfilan una y otra vez por las pantallas de los televisores, donde también se pueden ver extenuados bomberos apoyados por aeronaves que lanzan centenares de galones de agua desde el aire.
La atención principal de esta ola de calor y fuego ha estado concentrada en las conflagraciones de Bogotá, muchas de ellas –según informes de la policía– desatadas por manos criminales.
Según la alcaldía de esta capital, en la madrugada de ayer se logró apagar 95 por ciento de las llamas, situadas en dos puntos estratégicos de los cerros orientales de la ciudad: la quebrada La Vieja y el cerro El Cable.
La extinción de estos demoledores incendios, que arrojaban toneladas de cenizas sobre el cielo bogotano, tuvo un efecto inmediato sobre el mejoramiento de la calidad del aire, declararon funcionarios locales. Sin embargo, la temperatura de la ciudad, que ha llegado al récord histórico de 25.2 grados, se mantenía estable.
El comandante de las fuerzas militares, Helder Giraldo, comentó que desde que empezaron los incendios forestales hasta ayer se habían realizado más de 520 descargas de agua durante unas 15 horas de vuelo.
Giraldo agregó que unos 2 mil 600 efectivos militares, apoyados por 12 aeronaves y 190 vehículos del ejército, trabajan las 24 horas para enfrentar los 30 incendios que tienen focalizados en este momento.