Ginebra. Más personas morirán por enfermedades que por los bombardeos israelíes en la franja de Gaza si no se restablece rápidamente el sistema sanitario del enclave, alertó ayer Margaret Harris, vocera de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien advirtió de un aumento de padecimientos infecciosos.

Las autoridades sanitarias de Gaza, cuyos datos son considerados fiables por la Organización de Naciones Unidas (ONU), han confirmado la muerte de más de 15 mil personas por los ataques de Israel, incluidos más de 6 mil niños, además de que unas 36 mil han resultado heridas.

Harris reiteró su preocupación por el aumento de brotes de enfermedades infecciosas, en especial de diarrea infantil, con un incremento de los casos de niños a partir de cinco años hasta más de 100 veces los niveles normales a principios de noviembre.

Todo el mundo, en todas partes, tienen necesidades sanitarias, porque se mueren de hambre, carecen de agua potable y están hacinados, señaló.

Calificó de tragedia el colapso del hospital Al Shifa, el más grande de toda la franja, y expresó su preocupación por la detención de su personal médico por fuerzas israelíes.

James Elder, vocera de la Agencia de la ONU para la Infancia en Gaza, declaró a periodistas por videoconferencia que los hospitales de la franja estaban llenos de niños con quemaduras, heridas de metralla y gastroenteritis por beber agua sucia. Describió a un niño al que le faltaba parte de la pierna tendido en el suelo del hospital durante varias horas, sin recibir tratamiento por falta de personal médico.

En un comunicado la víspera del día internacional de la solidaridad con el pueblo palestino, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, declaró que la población en Gaza sufre uno de los episodios más oscuros de su historia.

Volvió a condenar el asalto de Hamas sobre Israel, que desencadenó la quinta guerra en el enclave, hasta ahora la más letal, pero expresó que no podía justificar el castigo colectivo al pueblo palestino.