Rubén Darío Blades Bosques, Skipper, padre del cantante y compositor panameño Rubén Blades, falleció la mañana del viernes en la ciudad de Panamá según dio a conocer su famoso hijo.

Blades expresó: “quiero agradecer a todos los que me han escrito o llamado, lamentando la partida ‘al otro barrio’, de mi padre. A mis amigos y a los de Skipper les ofrezco disculpas por no haberles comunicado inmediatamente el deceso”.

Agregó: prefiero primero atender y cumplir con solicitudes hechas por él en nuestras conversaciones, y preparar la despedida en sus términos antes de expresarme públicamente y más a fondo sobre su deceso y efectos. A nombre de sus seres queridos, gracias por todas las expresiones de afecto y de solidaridad recibidas.

En septiembre, Blades celebró los 99 años. Está lúcido y eso me da mucha alegría. Hablamos, nos reímos y doy gracias a Dios por tenerlo con nosotros.

Rubén Blades padre nació en Santa Marta, Colombia. De joven destacó como percusionista en orquestas panameñas de música bailable. En la ciudad del Canal conoció a la madre de sus dos hijos, la pianista de origen cubano Anoland Bellido de Luna, con quien vivió en matrimonio hasta que ella murió a consecuencia de cáncer.

La música tuvo una presencia constante

En una entrevista anterior, Blades contó: mi padre fue un hombre de un gusto exquisito y previsor en términos de asegurar un futuro. Él quería que nosotros, Roberto y yo, estudiáramos, que tuviéramos una carrera. Pero en casa la música era una presencia constante. En la radio se escuchaba de todo, así que lo nuestro era inevitable y yo, desde jovencito, ya estaba en eso. Sin embargo, mi padre no lo aceptaba; sólo me permitió seguir en este arte hasta que le entregué el título de abogado.

En el filme Yo no me llamo Rubén Blades, señala: “mi papá lo que hizo fue sentarme mucho tiempo y enseñarme el baqueteo (en el bongó) cuando terminó la cuestión yo ya quería tocar y le pregunté ‘¿qué sigue?’ y él contestó ‘sigues tú’”.

Un detalle que refleja el amor, respeto y cercanía con su padre es la foto con la que se ilustra el álbum Medoro madera (2018), que muestra el rostro de un hombre mayor de prominentes ojos verdes, con sombrero, camisa y saco blanco, un fotomontaje que fusiona el rostro de ambos para dar identidad a ese personaje singular, alter ego del cantante, con el que rinde homenaje a todos los soneros de Cuba y en especial a Skipper.

Rubén Blades Bosque fue guardia de seguridad del general Omar Torrijos, lo que, a la trágica (y sospechosa) muerte del mandatario panameño, propició el exilio de la familia Blades a Miami. Luego regresaría y don Rubén se ocupó en labores menos riesgosas; llevó una vida tranquila que mantuvo hasta sus últimos días. Fue un hombre feliz, orgulloso de sus hijos y de su Panamá tan querido.