Domingo 26 de noviembre de 2023, p. 3
Hay más conciencia social, más leyes, más estadísticas y una respuesta estatal más presente, pero aún así la violencia feminicida se mantiene en la región. Por eso también hay más gritos que piden que se detenga, voces de distinta procedencia, edad y raza que dicen ¡Basta!
y que exigen respuestas a sus gobiernos.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) recordó en su último reporte que el problema es una realidad en 26 países y territorios: una mujer es asesinada por razones de género cada dos horas.
En 2022, las víctimas latinoamericanas de feminicidios sumaron 4 mil 50, según las cifras entregadas por los países, publicadas esta semana con ocasión del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Estos asesinatos son, en palabras de la Cepal, la expresión extrema de la desigualdad, la discriminación y las múltiples formas de violencia contra las mujeres y las niñas
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Según las estadísticas que maneja a partir de encuestas en 10 países de la región, alrededor de dos de cada tres mujeres son víctimas de violencia por razón de género en distintos ámbitos. Además, una de cada tres vive o vivió agresiones físicas y/o sexuales por su pareja o ex pareja, lo que conlleva el riesgo de la violencia letal, según la OMS
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El organismo regional concluye, por tanto, que la amenaza recae sobre 88 millones de mujeres mayores de 15 años de América Latina y el Caribe. En el caso de las de más de 65 años, la violencia está comúnmente normalizada e invisibilizada
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El reciente reporte de la Cepal deja en evidencia que 4 por ciento del total de víctimas son niñas menores de 15 años.
Matrimonios tempranos
Hay casos de matrimonios y uniones infantiles, tempranos y forzados en una de cada cinco niñas. Son una práctica nociva
, califica el documento, pero todavía persistente y extendida en la región
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Además, más de 400 menores perdieron a su madre o cuidadora por feminicidio en 2022.
José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo del organismo, señaló en el comunicado que la violencia feminicida se puede prevenir con respuestas estatales integrales y contundentes
, pero que también se necesitan con urgencia transformaciones profundas para garantizar que las mujeres y las niñas de nuestra región puedan llevar vidas libres de violencia
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