Pese al tabú sobre segundas producciones, seguiré filmando, asegura la directora que lleva su obra a los Óscar
Jueves 23 de noviembre de 2023, p. 8
La película Totem, coproducción entre México, Dinamarca y Francia, fue la elegida por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas para representar a México en la edición 96 de los premios Oscar. Ha sido exhibida en festivales como el de Berlín, San Sebastián y Morelia, entre otros, donde fue premiada y bien recibida.
Segunda producción de la directora Lila Avilés, se proyectará en salas nacionales el próximo jueves 30, tras un recorrido que culminó con su triunfo del Premio del Público y de mejor largometraje mexicano en el 21 Festival Internacional de Cine de Morelia.
En la cinta, Sol (encarnada por Naíma Sentíes) es una niña que pasa el día en la casa de su abuelo ayudando a sus tías con los preparativos de una fiesta sorpresa familiar. Mientras las horas avanzan, los lazos que mantienen unida a la familia se pondrán a prueba. Entenderá que después de esa noche, su mundo cambiará drásticamente.
Durante su participación en el pasado Festival de Cine de Berlín, la directora dijo a este medio: “Me convertí en madre muy joven. Desde lo más profundo de mi ser dedico esta película a mi hija. Se trataba de construir una cinta desde adentro, regresar al concepto de casa y cómo se habita, toda la diversidad en un hogar con alma y corazón, respetando y considerando esa diversidad como regalo divino, de ahí Tótem”.
En aquella ocasión contó que buscó a una niña que tuviera esa madurez, con capacidad de discernir, incluso de tener un mundo propio, de siete años de edad
. El certamen alemán la definió como una película profundamente humana con dos almas, espontánea y turbulenta, arcaica y espiritual. Muestra la fuerza de los vínculos consanguíneos y de amistad en una familia mexicana, el paracaídas emocional que esos nexos constituyen ante las pérdidas es acaso el eje del filme.
Habla de la casa, de cómo la habitamos, cómo nos habitamos nosotros mismos, así que quiero agradecer la enorme paciencia que me han dado esas personas que habitan mi casa; los amo mucho
, declaró la directora a La Jornada durante el festival cinematográfico de Morelia, donde también expresó que la certeza del cine es que tiene mucha belleza y comunión. Tiene mucha luz y mucha sombra, así que en estos tiempos de guerra y horror, mantengámonos más del lado de la luz
.
Avilés asegura que está consciente del llamado síndrome de la segunda película, que consiste en una disminución cualitativa durante la creación de la siguiente cinta, máxime ella, quien acarreó carretadas de aplausos y buenas críticas con su debut fílmico, también bien recibido, La camarista (2018). “Hay un tabú con las segundas películas. Si te fue bien con la primera, la siguiente ya no será igual, pero haré la tercera, cuarta o quinta con la misma pasión. Lo lindo de crear Tótem fue que la hice con el corazón, porque con independencia de si gusta o no te lanzas al ruedo, porque crees en tu trabajo, das a conocer tu cinta y la reacción es brutal”.
¿Es Tótem una historia autobiográfica?, preguntó este medio a la realizadora en el pasado festival de San Sebastián.
Reveló que sí, podría decirse que experimenté una pérdida, pero el cine tiene ese poder de transformar las historias. Esa es su belleza, le añades jugo, especias, lo licuas un poco más. Así que, sí, la película tiene profundidad en ese sentido, pero también refleja cómo el arte puede cambiar y evolucionar
.