Washington. Estados Unidos deportó en seis meses a 380 mil migrantes, quienes entraron al país ilegalmente o sin autorización, una cifra récord, informó ayer el subsecretario de política fronteriza e inmigración del Departamento de Seguridad Interior (DHS), Blas Núñez-Neto.

En mayo, el gobierno del presidente demócrata Joe Biden levantó una norma sanitaria que permitía bloquear en la frontera a casi todos los migrantes que llegaban sin documentos.

Para contrarrestar la suspensión introdujo vías legales que obligan a los migrantes a pedir cita a través de una aplicación de teléfono móvil, o a hacer los trámites en los países de tránsito. Quienes no cumplen el requisito son deportados de inmediato.

Según el DHS, en los últimos seis meses las autoridades expulsaron a más de 380 mil personas. Los vuelos de deportación tuvieron como destino Ecuador, India, Perú, Venezuela y América Central.

Las autoridades estadunidenses aseguran que someten a los migrantes a las llamadas entrevistas de miedo creíble para evaluar si es posible que sean perseguidos o torturados si regresan a su país. Los deportados pueden presentar reclamaciones de protección en los tribunales migratorios. Representa un récord, afirmó Núñez-Neto en rueda de prensa.

Por otra parte, la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) atendió este año casi 400 casos de migrantes que sufrieron violaciones sexuales al atravesar la selva panameña del Darién, en la frontera con Colombia, de acuerdo con un comunicado. MSF alertó sobre eventos masivos de vio-lencia sexual en el Darién, una situación que es cada vez más cruel y deshumanizante.

Según MSF, de enero a octubre fueron atendidas 397 víctimas de violación, 97 por ciento mujeres.

Vi que muchas fueron violadas. Las vi salir desnudas y golpeadas. Te agarran entre una, dos y tres personas y te violan y atrás viene el otro y te vuelve a violar y, si gritas, te golpean, relató una migrante anónima en la nota de MSF.

La ONG denunció la existencia de carpas instaladas en la jungla, donde hombres armados secuestran a las mujeres y niñas, para violarlas de forma individual o en grupo.

Las cifras, que ya eran alarman-tes en los meses pasados, tuvieron un ascenso súbito en octubre, cuando, en sólo una semana se atendieron 59 casos de violación, una cada tres horas”, agregó.