a respuesta bélica del grupo Hamas frente a la política anexionista del gobierno de Israel era de esperarse. Sin embargo, resolver la defensa de la vida provocando miles de muertes de ambos países es absolutamente absurdo y lejos de toda lógica.
Mucho peor es la respuesta enfermiza, inútil y criminal del ministro Benjamin Netanyahu. Alentado por los más bajos intereses económicos y de geopolítica inmunda internacional, ya ha provocado miles de asesinatos y una gran destrucción territorial.
Daniel Barenboim Stiftung, director de orquesta retirado, continúa demandando el alto definitivo a la guerra. Su reconocido desempeño como pianista y activista social a favor de la cordialidad entre los pueblos palestino e israelí se ha difundido a escala internacional.
En cada homenaje, entrevista, o cualquier oportunidad pública aprovecha para señalar el genocidio en territorios ocupados y la falta de sensibilidad de la comunidad mundial. También hace evidente la poca efectividad de las instancias creadas para gestionar la paz local y del orbe. No ha cesado en su propósito de apelar al encuentro de la humanidad a través del arte, de la música, la literatura, la convivencia cultural y otras acciones que estimulen la solidaridad genuina.
En el caso de la música, la creación de una orquesta formada por integrantes jóvenes de escuelas destacadas de Egipto, Jordania, Líbano, Palestina, Israel y España (Junta de Andalucía), demostraron que la concordia
es posible si el objetivo es llegar a construir una obra que requiere el más alto grado de armonía. De esta forma, las obras de Beethoven fueron interpretadas con la técnica más depurada que su director, Barenboim, les instruyó.
Prácticamente, ninguno de los presidentes y primeros ministros de Israel lograron lo que Edward Said y Daniel Barenboim: reunir a jóvenes con talento de ambos países, Palestina e Israel, para experimentar un encuentro sin igual: Unidos por la música.
Con este hecho, a lo largo de más de 90 días, se rompió el mito de que ambas culturas no pueden congeniar. La orquesta lo demostró: ensayaron bajo la disciplina de sus escuelas de música, viajaron y compartieron habitaciones, discutieron sobre el conflicto, se reunieron a la hora de los alimentos, organizaron convivios típicos de la juventud actual y juegos en las piscinas, se enfrentaron en par-tidos espontáneos de futbol, basquetbol, ajedrez y otros. Y, lo asombroso fue que, por mo-mentos, se olvidaron de los con-flictos entre los gobiernos de sus países.
No fue fácil, después de tres meses de convivencia, el regreso a sus lugares de origen. Inmediatamente después del último concierto que se llevó a cabo en la ciudad de Ramalá. Para comprobar su seguridad, el mismo Barenboim acompañó hasta sus vehículos a cada uno de los grupos que integraron la orquesta.
Demostrar que la guerra no es una solución, pese a la barbarie que se está sufriendo en la franja de Gaza y otros lugares de Israel, es competencia de cada gobierno que se considere pacifista.
Condenar a todo aquel gobierno que estimule el desarrollo de los conflictos y, además, le apoye con arsenal, es competencia de todas las instancias internacionales fundadas para promover la paz. Además, es obligatorio que las organizaciones civiles que estén dedicadas a la promoción de la buena convivencia y solidaridad entre las naciones, actúen y logren objetivos y metas factibles.
Es lamentable desconocer a su propio país. Sin embargo, las agresiones fatales que éste genere, no pueden ignorarse. La complicidad no puede ser parte del patriotismo. Así lo ha demostrado, también, Barenboim. Después de años de activismo por la cordialidad entre su país y Palestina, prácticamente, se da por vencido ante la imposibilidad de un camino diferente para resolver el conflicto Palestina-Israel.
¿Por qué hoy me avergüenzo de ser israelí?
“No creo que el pueblo judío haya vivido sufriendo persecución y soportando crueldades sin fin para ahora convertirse en el opresor que somete a los demás a sus crueldades.
Los israelíes tendrán seguridad cuando los palestinos puedan sentir esperanza.
Estas fueron las declaraciones del también músico argentino, publicadas en el periódico alemán Süddeutsche Zeitung. Y finaliza su artículo diciendo que los israelíes tendrán seguridad cuando los palestinos puedan sentir esperanza.
Twitter: @AntonioGershens