La escalada de intensidad que Otis alcanzó en unas pocas horas, antes de golpear la costa de México y volverse el peor huracán de nuestra historia, es un llamado de alerta sobre los desafíos que nos esperan en la región, de inicio, el cambio climático, advirtió la canciller mexicana Alicia Bárcena.

Otis es muestra del calentamiento de los océanos y de los efectos que puede dejar el cambio climático en América Latina y el Caribe, la región no más pobre, pero sí la más desigual del mundo, enfatizó la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.

Por ello, aseveró, se requiere un modelo de desarrollo que tenga como pilares la prosperidad económica, la inclusión social y la sostenibilidad medioambiental, enfatizó la canciller, en un foro convocado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el contexto de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP, por su sigla en inglés).

Minutos antes, en el mismo foro, el presidente de República Dominicana, Luis Abinader, enfatizó que países como el suyo (una nación caribeña situada en una isla, donde la principal actividad económica es el turismo) es de los que menos contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero, pero son los más afectados por el cambio climático.

Cada año se presupuesta dinero para atender infraestructura dañada en lugar de destinarlo a otras necesidades sociales, como educación, explicó Abinader, al grado de que los efectos atmosféricos y relacionados con el clima cuestan a su país 0.3 por ciento del producto interno bruto (PIB), y cada cuatro años es un punto más, enfatizó.

Ambos planteamientos, que evidencian la urgencia de modificar los modelos de desarrollo frente a fenómenos del cambio climático que ahogan a América Latina y el Caribe, se emitieron en Estados Unidos, el segundo país que más contamina en el mundo, sólo detrás de China.