Miércoles 1º de noviembre de 2023, p. 19
A causa del hígado graso, presente en personas con obesidad y diabetes, que son padecimientos de alta prevalencia en el país, en 14 años aumentó ocho veces el cáncer hepático, afirmó Nayelli Flores, jefa de la Clínica de Hígado del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ).
De hecho, el hígado graso ya seubica como la cuarta causa de muerte a escala nacional, por debajo de la diabetes, las afecciones cardiovasculares y el cáncer. Este fenómeno se reproduce a escala global, pues entre 25 y 30 por ciento de la población mundial vive con hígado graso. Entre las personas con diabetes, esta condición está presente en 75 por ciento de los pacientes, indicó la experta.
Dijo que hasta hace algunos años, la hepatitis C era el mayor factor de riesgo para desarrollar la neoplasia, pero a partir de la existencia de los antivirales de acción directa que eliminan el virus, la situación cambió.
Entre 2002 y 2016 ha sido más evidente el efecto del exceso de peso corporal y la alteración en los niveles de glucosa. A la par, agregó, el consumo nocivo de alcohol también aumentó como factor de riesgo para el desarrollo de cáncer de hígado.
David Kersenobich, fundador de la Fundación Mexicana para la Salud Hepática (Fundhepa) y ex director del INCMNSZ, explicó que las bebidas alcohólicas en sí no son el problema, sino la forma de consumirlas. El abuso en un fin de semana, que es lo más común en México, es mucho más dañino que beber una copa al día.
En conferencia por el 25 aniversario de Fundhepa, el investigador destacó los avances de la ciencia en el conocimiento del hígado y los males que dañan a este órgano vital, cuya función es metabolizar todo lo que las personas ingieren.
El hígado tolera mucho
y pueden pasar 30 o 40 años antes de enfermar por el alcohol y otras drogas, las medicinas y productos naturistas
que en realidad son tóxicos que absorbe el órgano y pueden provocar afectaciones graves como cirrosis y cáncer, sostuvo el especialista.
Mario Vilatoba, jefe de la División de Trasplantes del INCMNSZ, indicó que el tumor maligno es la causa de uno de cada cinco trasplantes de hígado. Si bien se trata de un procedimiento complejo, la capacidad de regeneración que tiene el órgano ha contribuido a que dichas cirugías se lleven a cabo con donadores vivos.
Explicó que un adulto puede donar 60 por ciento de su hígado a otro adulto y cuando se trata de niños con algún padecimiento hepático grave, los donadores ideales son alguno de sus padres que aportan 25 por ciento del órgano y en un promedio de dos semanas lo recuperan.
Desde 1985, cuando se practicó el primer trasplante hepático en el INCMNSZ, sólo en este nosocomio se han efectuado 570 y es donde más se realizan en el país.
Aunque los trasplantes son viables y pueden ofrecer una esperanza de vida de más de 20 años a los pacientes, lo ideal sería que las personas no llegaran a este extremo, sino que procuraran la salud de su hígado, señaló Kersenobich.
Sobre todo, ahora que el mayor daño se debe al sobrepeso, obesidad y diabetes, padecimientos que se pueden prevenir y controlar.