De la población mexicana, 40 por ciento consume alcohol en exceso hasta el punto en que altera su forma de vida y la de otras personas, indicaron especialistas.

Durante la conferencia Prevención del uso nocivo del alcohol y la importancia de difundir el trago estándar, Lorena Cruz Martín del Campo, especialista en neurobiología de las adicciones del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), señaló que algunos jóvenes que no tienen problemas de dependencia llegan a un punto de riesgo porque son presionados para beber de manera explosiva cuando acuden a fiestas o reuniones.

Encontramos conceptos tan contrarios a la salud como el juebebes; es decir, que desde el jueves tienes que beber. Entonces las personas que no tienen ninguna dificultad entre semana, el fin de semana pueden tener ese consumo excesivo y son las que están en las estadísticas, señaló.

Otro caso preocupante, indicó, es el de los jóvenes que ingresan a la universidad, algunos de los cuales cumplen con los criterios de dependencia al alcohol, se-gún encuestas.

Comienzan a beber en quinto y sexto de primaria

Sus estudios en escuelas indican que niños de quinto y sexto de primaria ya han consumido alcohol en exceso; eso es una barbaridad y revela falta de capacidad de los adultos de hacer nuestro traba-jo, expuso.

En el evento se presentó el libro El trago estándar en México: una herramienta para la prevención del uso nocivo del alcohol.

Jessica Paredes Durán, directora general de la Fundación de Investigaciones Sociales (Fisac), detalló que el trago estándar es una herramienta de prevención del uso nocivo del alcohol, que permite contabilizar la cantidad que se consume y ayuda a la persona a decidir moderadamente.

En el país un trago estándar es de 13 gramos, que equivale a 16 mililitros (ml) de alcohol puro. Los panelistas apuntaron que la mayoría de la gente desconoce que un trago estándar es igual en una copa de vino (120 ml), una lata de cerveza (355 ml) o un caballito de algún destilado (45 ml).

Leticia Echeverría San Vicente, especialista en el tratamiento de conductas adictivas, destacó que en el país hay centros de atención a personas que consumen bebidas alcohólicas en exceso, pero que aún no son dependientes, los cuales ayudan a prevenir problemas.