La participación de mujeres en delitos de mediano y alto impacto aumenta de manera exponencial la población de este sector en las cárceles del país, lo cual es alarmante, afirmó Rodrigo Martínez Celis, ex secretario de Seguridad del estado de México.

Las mujeres dentro de los centros penitenciarios son menos. En la entidad, por ejemplo, son 3 mil en un universo de 35 mil reclusos. Sin embargo, hay una tendencia alarmante al alza. Ellas no tienen espacios necesarios dentro del sistema penitenciario del país, independientemente de los esfuerzos que se hacen.

Durante un foro sobre niños y adolescentes expuestos a la violencia, la cofundadora y vocera de la organización Reinserta, Saskia Niño de Rivera, indicó que del total de la población penitenciaria en México, 64.1 por ciento tiene hijos que dependen de ellas o ellos y 60.5 tiene vástagos menores de edad.

Además, mencionó que hay 11 áreas de maternidad en las prisiones del país y 27 espacios de educación temprana. Los centros penitenciarios de los estados carecen de condiciones para que los menores de tres años vivan con sus madres, por lo que los separan al momento de su nacimiento y así se vulneran los derechos de madres e hijos.

En México, más o menos 6 por ciento de la población total que está en prisión son mujeres. Es una gran minoría, pero solamente tenemos 18 centros, de los 350 a nivel nacional, que son exclusivos para ellas. Eso quiere decir que son pocos los estados, entre ellos la Ciudad de México y el estado de México o Nuevo León, que tienen centros de reclusión exclusivo para mujeres. En muchos otros las tienen dentro de penales de hombres.

Martínez Celis comentó que el involucramiento de las mujeres en delitos ha cambiado. Antes quienes eran encarceladas provenían de sectores de la población económica y socialmente desfavorecida, que vivían en la pobreza. En la actualidad quienes delinquen son de todos los niveles socioeconómicos.

Esto genera presiones en los estados a fin de abrir cada vez más espacios para estas mujeres.