Ayudarán a investigar el origen de la vida en la Tierra y las medidas que deben tomarse para evitar colisiones con esos cuerpos
Jueves 12 de octubre de 2023, p. 5
Madrid. Las muestras traídas del asteroide Bennu por la NASA tienen un alto contenido de carbono y agua, indicadores de que los componentes básicos de la vida en la Tierra se pueden encontrar en la roca.
Lo anterior es el resultado de los estudios iniciales de la muestra del asteroide Bennu, de 4 mil 500 millones de años de antigüedad, recolectada en el espacio a millones de kilómetros por la misión Osiris-Rex, de la NASA, que llegó a la Tierra el 24 de septiembre en una cápsula tras un viaje de retorno de casi tres años.
La NASA mostró ayer las primeras imágenes de las muestras en un acto celebrado en el Centro Johnson de Houston.
La muestra del asteroide es la más rica en carbono y más grande jamás enviada a la Tierra y ayudará a los científicos a investigar los orígenes de la vida en nuestro planeta para las generaciones venideras
, señaló Bill Nelson, administrador de la NASA, en dicho acto.
Según la agencia espacial, aunque se necesita más trabajo para comprender la naturaleza de los compuestos de carbono encontrados, el descubrimiento inicial es un buen augurio para futuros análisis de la muestra. Los secretos que se esconden dentro de las rocas y el polvo del asteroide se estudiarán en las próximas décadas, lo que ofrecerá información sobre cómo se formó nuestro sistema solar, cómo se pudieron sembrar en la Tierra los materiales precursores de la vida y qué precauciones deben tomarse para evitar colisiones de asteroides con nuestro planeta.
El objetivo de la misión era recolectar 60 gramos de material de asteroide. Los expertos en conservación del Centro Johnson de la NASA, que trabajan en nuevas salas limpias construidas especialmente para la misión, han pasado hasta ahora 10 días desmontando cuidadosamente el hardware de retorno de muestras para vislumbrar la muestra a granel que contiene.
Cuando se abrió por primera vez la tapa del recipiente, los científicos descubrieron material extra de asteroide que cubría el exterior del cabezal del colector, la tapa de la vasija y la base. Había tanto material extra que ralentizó el cuidadoso proceso de recolección y contención de la muestra primaria.
Durante las primeras dos semanas, los científicos realizaron análisis de vistazo rápido
de ese material inicial, recopilando imágenes de un microscopio electrónico de barrido, mediciones infrarrojas, difracción de rayos X y análisis de elementos químicos. También se utilizó tomografía computarizada de rayos X para producir un modelo informático en tercera dimensión de una de las partículas, destacando su interior diverso. Este primer vistazo proporcionó evidencia de abundante carbono y agua en la muestra, informó la NASA.
Durante los próximos dos años, el equipo científico de la misión continuará caracterizando las muestras y realizando los análisis necesarios para cumplir los objetivos científicos de la misión. La agencia estadunidense preservará en el Centro Johnson al menos 70 por ciento de lo recolectado para futuras investigaciones de científicos del mundo, incluidas las nuevas generaciones.
Como parte del programa de Osisirs-Rex, más de 200 científicos de todo el mundo explorarán las propiedades del regolito, incluidos investigadores de muchas instituciones estadunidenses y de los socios de la NASA.