El panorama económico para la actividad en México es complicado y aunque ha mejorado marginalmente en los meses recientes, hay diversos factores globales que siguen latentes en el entorno, como el temor de una recesión económica, mercados financieros más astringentes y las altas tasas de inflación, advirtió Citibanamex.

Bajo este contexto, indicó, resulta imperativo promover un entorno macroeconómico que impulse el crecimiento sostenible tanto de corto, como de mediano y largo plazos.

Resulta particularmente importante sentar las bases para que aumente la inversión, particularmente extranjera, a través de mejorar la confianza y de proveer certeza jurídica, señaló el banco en un documento llamado Examen sobre la situación económica de México.

Citibanamex precisó que en un momento en el que el nearshoring prevalece como el punto central de discusión, México debería poder aprovechar las posibilidades que brinda al país para potenciar la inversión, el empleo, y a su vez, las finanzas públicas.

No obstante, sostuvo, en el entorno descrito prevalecen riesgos, como la falta de coordinación entre las políticas fiscal y monetaria, mencionado anteriormente en el contexto del paquete fiscal propuesto para 2024, que, si bien mejora las perspectivas de crecimiento en el corto plazo, también llevaría a mayor fragilidad fiscal y presiones inflacionarias, y por ende a tasas de interés elevadas por un mayor tiempo.

Según el documento, para este año la institución financiera estima que el crecimiento del producto interno bruto (PIB) sea de 2.8 por ciento, pues el dinamismo de la actividad en julio fue ligeramente menor a lo esperado, como consecuencia de la caída de los servicios.

Si bien, puntualizó Citibanamex, la fortaleza sigue predominando en la economía nacional, para el tercer trimestre del año el crecimiento del PIB será de 0.6 por ciento, nivel por debajo de los aumentos que registraron en los primeros trimestres del año. Hacia adelante, anticipamos que la actividad registre una desaceleración más notoria, a medida que las exportaciones en pesos reales sigan disminuyendo, las condiciones del mercado laboral se relajen gradualmente y las tasas de interés reales permanezcan en niveles elevados, señaló.

Los riesgos, aclaró, están sesgados al alza debido a la construcción privada, la cual podría resultar más dinámica que lo estimado, con lo que en 2024 se proyecta un crecimiento de la economía de 1.8 por ciento.