Martes 12 de septiembre de 2023, p. a12
Diablos Rojos todavía no asimila de la mejor forma lo sucedido en la temporada, cuya serie final disputan Puebla y Unión Laguna. Fueron eliminados en playoffs, a los que llegaron como superlíderes, por el equipo que en teoría lucía como el más débil, el mejor perdedor de la Zona Sur.
Este desenlace no lo esperábamos, terminamos como superlíderes de la Liga Mexicana y nos eliminó el equipo que en teoría era el más débil, pues pasó como mejor perdedor
, reconoce el presidente de los escarlatas, Othón Díaz; eso demuestra lo que se sabe: la postemporada es muy distinta a lo que sucede en el torneo regular. La verdad no hemos asimilado muy bien lo que nos pasó, porque no esperábamos terminar así
.
El balance es ambiguo, pues el equipo siguió con su estela de éxitos en el aspecto comercial y en la popularidad creciente para atraer a nuevos aficionados que llenan el estadio. El promedio de este año fue de 10 mil personas y con entradas récord en los partidos más rentables.
En 2023 alcanzaron su mayor registro de asistencia de la temporada para culminar en 400 mil personas en el estadio Alfredo Harp Helú a lo largo del torneo. Además, los escarlatas son el equipo que más convoca cuando juega de visitante.
En la lista de mayor número de espectadores para una novena invitada este año, la encabezan los Pingos con 166 mil personas en 20 partidos fuera de la capital.
Los resultados, sin embargo, no llegan y el próximo año cumplirán una década de que fueron campeones de la Liga Mexicana de Beisbol. En duelos pasados Diablos Rojos perdió la serie final de la Zona Sur, pero esta vez ni siquiera llegó a esta instancia. Pericos de Puebla, finalista de la Serie del Rey, lo echó con autoridad.
Es complicado porque Diablos Rojos es un equipo triunfador, pero al que no se le dan los resultados desde hace varias temporadas
, advierte Díaz; no es necesario recalcar al equipo que quien juega con los escarlatas está obligado a buscar el campeonato cada año, pero es una combinación de circunstancias que no nos lo han permitido
.
Díaz reflexiona sobre el rol que cumplen en la temporada como un equipo al que todos quieren ganar y eso hace que cada duelo Diablos enfrente a una novena dispuesta a dejarse la vida en el diamante con tal de ganar al equipo de la Ciudad de México.
Se trata –añade– de adversarios a los que todo competidor se siente obligado a jugarle como si estuviera en juego el título de la temporada.