El tema es el desafío que marcará el futuro de Europa, afirma Agnieszka Holland, quien presentó su película en el festival de Venecia
Miércoles 6 de septiembre de 2023, p. 9
Venecia. La directora polaca Agnieszka Holland expone en toda su crudeza la crisis de los refugiados en la frontera entre Polonia y Bielorrusia en Green Border, presentada ayer a concurso en el 80 Festival Internacional de Cine de Venecia, la Mostra.
Filmada en blanco y negro, la película de 2 horas 30 minutos se centra en la crisis que estalló en 2021, justo antes de la guerra en Ucrania, cuando miles de refugiados de países devastados como Siria y Afganistán llegaban a diario a los densos bosques de la región.
A la crueldad de los guardas fronterizos bielorrusos, que roban y maltratan a los migrantes antes de echarlos, responden sus colegas polacos con expulsiones en caliente
, en plena noche, gracias a la situación de emergencia decretada por el gobierno.
El resultado es un ping-pong angustiante, de familias enteras zarandeadas de un lado a otro de la frontera una y otra vez, sin ningún recurso legal posible, expuestas al frío y apenas a la buena voluntad de un puñado de activistas y vecinos de la región.
El drama continúa al día de hoy, oculto por los 2 millones de ucranios que han cruzado la frontera con Polonia tras la incursión rusa.
Mi pecado es haber nacido con el peor pasaporte posible
, murmura uno de los personajes de esta película coral y combativa, filmada al servicio de una causa.
Creo que la crisis de los refugiados, de los migrantes, es el desafío que marcará el futuro de Europa
, declaró ayer la directora en conferencia de prensa.
Escogimos un enfoque épico, con diferentes puntos de vista, porque tenemos la impresión de ser los primeros que contamos esta historia
, añadió.
Para filmarla, Holland se rodeó de un equipo de actores de esos países, arrasados por la guerra.
Actores como el sirio Jalal Altawil, que huyó de su país en 2015 con su familia y sigue como refugiado en Francia, o la afgana Behi Djanati Atai y estrellas del cine polaco como Maja Ostaszewska (La lista de Schindler), que interpreta a una sicóloga que decide tomar partido ante la tragedia.
La película no pretende dar una visión completa de un problema complejo, que no se limita a las fronteras de Europa, sino que ha llegado y puesto a prueba los servicios sociales de todos los países involucrados.
Green border (Zielona Granica, en polaco) se limita a denunciar un drama humano en un punto concreto, en un momento decisivo de la historia contemporánea europea.
Otra película a concurso en Venecia, Io capitano, de Matteo Garrone, narra también la odisea de los migrantes del sur, en este caso de los que cruzan el Mediterráneo.
Europa, el continente de la libertad, la democracia, los derechos humanos, se va a convertir en una especie de fortaleza en la que la gente que quiera llegar a nuestro continente será asesinada por nosotros, los europeos
, denunció Holland.
Postulada en tres ocasiones a los Óscar, Agnieszka Holland es autora de una larga y variada carrera cinematográfica.
En 1989 rodó Europa, Europa, sobre la odisea de un soldado judío durante la Segunda Guerra Mundial que obtuvo gran éxito de crítica y taquilla.
En 1995, una versión cinematográfica de la pasión entre los poetas Rimbaud y Verlaine en la Francia del siglo XIX, con Leonardo di Caprio.
En 2019, Mr. Jones, largometraje que aborda por primera vez el Holodomor
, la hambruna que sufrió Ucrania por órdenes del dictador soviético José Stalin.