El último tercio
na de las grandes limitaciones de la política en México consiste en que seis años no es un tiempo suficiente para consolidar los proyectos de inversión. Para colmo de males, al día de hoy quedan 20 meses para mostrar los beneficios de las grandes obras del sexenio.
El Aeropuerto Felipe Ángeles ya funciona, pero no se han concluido las vías de acceso, por lo que se encuentra subutilizado. La refinería de Dos Bocas se encuentra muy avanzada, pero hasta el momento no ha generado un solo litro de gasolina. El Tren Maya avanza, pero no queda claro cuáles serán sus resultados en el impacto económico y ecológico de la región.
Otro gran reto que se presenta en este último tercio es el control del aumento de precios. Tanto el Poder Ejecutivo como el Banco de México han realizado esfuerzos para frenar la inflación; los datos más recientes muestran que va a la baja. Sin embargo, no se alcanzará el nivel de aumento ideal de 3 por ciento anual en lo que falta del sexenio.
También preocupa la posible recesión. Si la economía de Estados Unidos se estanca durante este año, las exportaciones de nuestro país bajarán y esta caída frenará la producción, el consumo y el empleo.
Al nivel de la inversión privada serán determinantes las negociaciones que se llevan a cabo en estos días entre Estados Unidos, Canadá y México. Si no hay un acuerdo en generación eléctrica, hidrocarburos y maíz transgénico nos iremos a paneles para la solución de controversias y en este proceso se frenará la inversión extranjera, cuando menos en dichos sectores.
En cuanto a las finanzas gubernamentales, a diferencia de otros países, el gasto no se desbocó como producto de la pandemia. La deuda pública se mantiene a un nivel manejable y se ubica en 49.3 por ciento del PIB, según informó el subsecretario Gabriel Yorio González. Sin embargo, preocupa el aumento del déficit del gobierno que llegó a 611 mil millones de pesos, incremento de 26 por ciento en 2022, lo que se traducirá en un costo mayor del servicio de la deuda, sobre todo considerando el alza de las tasas de interés a nivel internacional.
Por lo pronto, estos son algunos de los grandes retos que se presentan en materia económica, financiera y de negocios al cierre del sexenio.