Último día de la verbena
Comerciantes donaron 5 mil presentes para los pequeños
Sábado 7 de enero de 2023, p. 25
Para Judith Sierra valió la pena
desplazarse desde Ixtapaluca, estado de México, al Zócalo capitalino –en un trayecto de dos horas– para que sus hijos Daniel y Emmanuel, de 12 y 3 años, disfrutaran de los juegos mecánicos que instaló el gobierno capitalino; además de comer rosca, ambos recibieron un juguete de los 5 mil que donaron 32 organizaciones de comerciantes.
Se entristece cuando explica que este año no hubo Reyes en casa por problemas de los que prefirió no hablar, por eso planeó traerlos aquí, donde dice que la pasaron bien: La rosca está deliciosa
y Daniel no oculta su entusiasmo por el dinosaurio de juguete que examina con detalle al sacarlo de su caja.
Como ella, cientos de personas esperaron formadas alrededor de las vallas metálicas que rodean la Plaza de la Constitución para recibir un pedazo de rosca de Reyes tras la partida con la que concluyó la verbena por las fiestas decembrinas y de Año Nuevo.
El acceso fue puntual, a las 15 horas, y quienes permanecían formados junto al cercado que rodeaba la plancha se apresuraron a hacer una siguiente fila en alguno de los cuatro módulos instalados para ir por su porción de pan.
Pilar, de 10 años, y su hermano José Luis, de 7, optaron por dejarlas, ya que al ver una de las piñatas que colgaban de arcos metálicos se formaron directamente. Fue ella quien la rompió y tuvo la suerte de agarrar, entre dulces y cuadernos para colorear, una pelota con regalo sorpresa –una bicicleta–, al igual que su hermano, quien se llevó un monopatín.
Su mamá, Ivonne González, debió llevarlos ayer a su trabajo, ya que enviudó hace tres años y no tenía con quien dejarlos al terminar su jornada de servicios de limpieza, por lo que les propuso ir al Zócalo a los juegos y por rosca; además, se llevó a su casa –en la colonia Capultitlán, en Gustavo A. Madero– regalos adicionales al juego de uñas y el carrito de control remoto que les dejaron los Reyes a sus hijos.
Anoche, en el último día de la feria, los juegos mecánicos funcionaron hasta las 20 horas y el escenario cerró con tres elencos: Pepe Frank, la Big Band del Instituto de la Juventud y Mariana Mallol.