Domingo 16 de octubre de 2022, p. 8
La atención integral desde el momento del diagnóstico incluye, además de los tratamientos médicos y cirugía, apoyo sicológico, nutricional, de activación física, prevención de efectos adversos de los medicamentos y reconstrucción mamaria. Así debe ser el servicio que reciban las mujeres con cáncer de seno y como se hace en el Instituto Nacional de Cancerología (Incan).
El objetivo principal es que al término de la terapia recuperen calidad de vida y logren reinsertarse en sus actividades cotidianas, explicaron médicos especialistas de este nosocomio.
De entrada, todas las pacientes son candidatas a la reconstrucción de seno y actualmente se puede realizar de manera inmediata a la mastectomía. Esto depende de las características del tumor y el tratamiento posterior.
En este campo ha habido una revolución. Hace apenas una década, cuando surgió el programa de reconstrucción mamaria en el Incan, los cirujanos plásticos seleccionaban a las pacientes con mayores posibilidades de éxito. Elegíamos las batallas
, explicó Jonathan Figueroa, cirujano plástico reconstructivo con alta especialidad en procedimientos microquirúrgicos del Incan. En la actualidad, el servicio se ofrece a la totalidad de pacientes, aun cuando el tumor se haya localizado con metástasis.
Lista de espera
Un factor que ha impulsado las intervenciones para restaurar el seno es que en los pasados cinco a 10 años el éxito de los tratamientos pasó de 30 a 85 por ciento y la sobrevida es de seis o más años.
Cada año, en el Incan se realizan alrededor de 150 reconstrucciones mamarias y el área tiene una lista de espera de 50 personas de manera constante.
Figueroa, encargado de esta área en el Incan, explicó que el tipo de técnica depende de cada caso particular. La gama es amplia, pero en general hay dos categorías: implantes o trasplante de tejido propio.
Los tratamientos contra el cáncer de seno pueden tener efectos adversos que, junto con la enfermedad, afectan la calidad de vida de las pacientes. Lo importante es que se pueden prevenir y controlar mediante actividad física, apoyo sicológico y orientación nutricional, explicó Héctor Cristóbal, especialista en medicina de actividad física del Incan.
Cada vez que acuden al hospital para sus terapias de radioterapia o quimioterapia, las pacientes también tienen esas tres consultas en el mismo día.
Generalmente nos ocupamos del tumor, pero no de los efectos indeseados que afectan la funcionalidad de las pacientes, son causa de discapacidad y muchas veces les impiden retomar su vida
.
Efectos adversos
– Fatiga: la paciente descansa, pero no se recupera. Necesita tomar siestas a lo largo del día.
– Cardiotoxicidad: con algunos medicamentos de quimioterapia, el corazón disminuye su capacidad para bombear la sangre al organismo, con lo que las pacientes también reducen su capacidad física.
– Dolor, principalmente de tipo articular, que no está asociado al cáncer, sino a las medicinas.
– Depresión y ansiedad: provocados por la incertidumbre ante el cáncer, el temor a la muerte y la falta de información sobre el potencial de los tratamientos.
– Linfedema: es una complicación frecuente, que consiste en la hinchazón del brazo cuando para extirpar el cáncer, la cirugía incluye la resección de ganglios linfáticos.