Miércoles 12 de octubre de 2022, p. 24
El fracaso colectivo para promover sistemas energéticos diversificados y un incremento sin precedente en los precios de combustibles, fertilizantes y alimentos, que no puede ser absorbido por la población alrededor del mundo, requiere medidas extraordinarias para asegurar el abasto de alimentos en los países, puntualizó Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda y Crédito Público.
En el mundo globalizado en el que vivimos, los sistemas alimentarios y energéticos están altamente concentrados, lo que los vuelve extremadamente vulnerables a la disrupción. Por ello, la actual situación geopolítica ha afectado significativamente las condiciones macroeconómicas y financieras, amenazando la estabilidad en muchas partes del mundo
, dijo el funcionario mexicano durante la reunión ministerial de Finanzas y Agricultura del G-20.
Este contexto es el adecuado para tomar acciones colectivas en materia de seguridad alimentaria y coordinar iniciativas conjuntas para acelerar su impacto, expresó Ramírez de la O a sus pares del G-20, conjunto de países que representan 85 por ciento de la economía mundial.
En ese foro, el titular de Hacienda habló sobre el plan contra la inflación puesto en marcha en México, el cual busca estabilizar los precios de la canasta básica, aumentar la oferta de bienes básicos y disminuir los costos de transferencia de los productores a través de la desregulación, derivada de una alianza entre el sector privado y público.
Ramírez de la O aseguró que a la fecha el plan ha permitido reducir el impacto de la inflación en septiembre, cuatro puntos porcentuales por debajo de la tasa que se hubiera alcanzado de no haberse aplicado esta medida, además evitó el aumento de 300 puntos base en la tasa de interés y una caída en el consumo nacional equivalente a uno por ciento del PIB nacional.
Durante su gira por Washington, el secretario de Hacienda sostuvo reuniones bilaterales con el presidente del BM, David Malpass, y con el ministro de Hacienda de Brasil, Paulo Guedes.