Miércoles 12 de octubre de 2022, p. 24
Washington. La actual crisis energética no será transitoria y el reajuste geopolítico de los suministros energéticos que se está produciendo en Europa por la guerra en Ucrania es amplio y permanente
, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI). El invierno de 2022 será difícil, pero el de 2023 probablemente será peor
, dijo a la prensa el economista jefe del prestamista mundial, Pierre-Olivier Gourinchas.
La situación podría empeorar aún más, advierte el FMI. Si las temperaturas son muy frías o la demanda de gas no cae lo suficiente este otoño podría producirse un racionamiento energético durante el invierno en Alemania
.
El país podrá capear la escasez de energía en el invierno causada por la invasión rusa de Ucrania siempre que las empresas y los hogares se unan, dijo el canciller alemán, Olaf Scholz. Señaló que la mayor economía europea no recibirá suministros de energía rusos en un futuro próximo, pero que la situación puede gestionarse.
“Si todos seguimos adaptándonos al cambio de situación –ciudadanos, empresas y políticos–, superaremos con seguridad este invierno.”
La ministra de Energía austriaca, Leonore Gewessler, informó que se destinarán 5 mil 700 millones de euros hasta 2030 para rediseñar la industria frente la reducción de los suministros de gas.
España pretende reducir su consumo de gas hasta 13.5%
El gobierno español aprobó el martes un nuevo plan de contingencia energética que pretende recortar el consumo de gas natural hasta 13.5 por ciento de aquí a marzo, como parte de los esfuerzos europeos para reducir la dependencia del suministro ruso.
El plan, que incluye 73 medidas, recoge nuevas rebajas fiscales para energías renovables e incentivos para animar a los hogares a que usen paneles solares e instalen medidores inteligentes, indicó el Ministerio de Transición Energética.
El proyecto, adoptado en el Consejo de Ministros, incluye también un aumento de 18 por ciento de la capacidad de exportación de gas desde España a Francia a través de los Pirineos.
Los británicos se están abasteciendo de mantas eléctricas, velas y ollas de bajo consumo, ya que el aumento de las facturas del gas y la inflación récord de los precios de los alimentos están obligando a millones de personas a prepararse para un duro invierno.
Un estudio de mercado publicado el martes mostró que la inflación de los alimentos alcanzó otro récord, ahora de 13.9 por ciento en septiembre, profundizando la crisis del costo de la vida, mientras un reporte de BRC-KPMG mostró que la gente está invirtiendo en artículos para ayudarles a ahorrar dinero.
El empeoramiento de las perspectivas de los consumidores se produce en un momento en que el Banco de Inglaterra se vio obligado a intervenir de nuevo en el mercado de bonos estatales para mantener la estabilidad financiera, y en medio de una contracción del mercado laboral, lo que podría aumentar las presiones inflacionistas.