Miércoles 5 de octubre de 2022, p. 17
En 2015 comenzó a caer la superficie cultivada con productos agrícolas, luego de que en 2014 se llegó a la cifra máxima de 22.2 millones de hectáreas. Para 2020 fueron 4 millones menos, con un total de 18.1 millones, aunque en 2021 se dio un repunte a 21.5 millones, pero sin alcanzar la superficie de siete años antes, de acuerdo con datos del Consejo Nacional Agropecuario (CNA) y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
En el ciclo primavera-verano se retrasó la plantación de maíz debido a la falta de lluvias, lo cual podría impedir que se logre el total de intenciones de siembra de 5.8 millones de hectáreas. Esto implicaría una producción por debajo de 17.4 millones de toneladas, consideró el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera.
Destacó que el comercio exterior de maíz amarillo registra déficit, con un promedio de importación de 15 millones 501 mil toneladas y tendencia de compra alcista.
El panorama agroalimentario de maíz de los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA) indica que el consumo nacional aparente durante los pasados cinco ciclos comerciales (2017/18-2020/21) creció a una tasa promedio anual de 2.8 por ciento, mientras la producción nacional decreció a un promedio anual de 0.5 por ciento.
Estimó que al cierre del ciclo comercial 2021-22 el consumo nacional aparente de maíz se mantenga en el nivel del ciclo previo, con 42.9 millones de toneladas, de las cuales 54.5 por ciento son de maíz blanco y el resto de amarillo. Esto ocurre en medio del incremento hasta de 123 por ciento (agosto) en el costo de los fertilizantes. La dependencia del país en este insumo llega a 71 por ciento, según los FIRA.