Opinión
Ver día anteriorViernes 30 de septiembre de 2022Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Guardia Nacional, con el niño atravesado
E

l refranero mexicano usa esa expresión para describir el aprieto en que puede encontrarse un propósito. El niño significa lo deseado, lo bueno y nuevo que el parto augura. Atravesado es el término descriptivo de una situación indeseable, arriesgada, quizá la anticipación de un suceso fatal.

La creación de la Guardia Nacional (GN) como instrumento socialmente indispensable, a más de tres años de su creación legal, no es un proyecto consumado, está aún en maduración, siguiendo rutas ambiguas.

Su mayor déficit es que no ha sido profesionalizada como fuerza civil, con firmes convicciones de compromiso social porque carece del sistema educativo apropiado. El producto no estaba terminado.

Además de los escasos tiempos gestatorios debe considerarse que la realización del propósito presidencial no atendió importantes requisitos. Se citan sólo tres:

1) Observar la premisa de que la profesión policial es una ciencia social, por lo que en esa categoría debe considerarse.

2) Es indispensable fortalecer cotidianamente el ánimo de construcción de la paz en el marco de respeto a los derechos humanos hasta crear una cultura.

3) Tomando la ocasión debió definirse el modelo nacional de policía a adoptar y dentro de él señalar cuál sería su lugar en la pirámide Federación-estados-municipios, tarea largamente desestimada. No se hizo y así se agravó la confusión de competencias jurisdiccionales. Todos desempeñan cualquier misión en cualquier parte.

Justo es recapitular sobre las restricciones impuestas por las desfavorables condiciones en que se creó la GN. En su parto se combinaron serios factores que llevaron a apresurar las decisiones. Recordemos cinco:

A) Expansión violenta de la criminalidad de magnitud no prevista.

B) Inadvertidas masas de migrantes en la frontera sur.

C) La exigencia de Estados Unidos de impedir que llegaran a nuestra frontera norte.

D) La revelación del enorme robo de combustibles llamado huachicol.

E) Debilidad de policías estatales y municipales.

Ninguna fuerza del orden civil entonces existente habría podido con esos apocalípticos cinco enemigos. Pese a las formas heterodoxas de su alumbramiento, el futuro previsible de la GN es definitivamente positivo. Por décadas –seis presidentes– se ha intentado crear algo semejante sin resultados, hoy tenemos un avance.

Para mejor describir su valor considérese que a principios de septiembre sus fuerzas desplegadas en apoyo de 11 estados con niveles críticos de violencia significaban aproximadamente 50 por ciento más que la suma de esos efectivos estatales y municipales, dotados además de un poderío incomparable.

También siendo honestos, debe reconocerse un indicador negativo de su funcionamiento, que revela que los más de 100 mil elementos y sus equipos carecen de misiones específicas. Sus órdenes operativas atienden problemas donde surjan, enfrentan lo que se ofrezca, por eso se les percibe brincando de un problema a otro.

Sus efectivos debieran ser permanentes, estables por regiones o estados, identificándose con la comunidad, participando de su vida, ganando su aprecio. Hasta aquí se comenta la génesis y primeros tiempos para alcanzar ciertas conclusiones.

Por su precipitada creación, la GN quizá no alcanzará pronto los niveles de excelencia que si hubiera nacido en condiciones favorables, pero es ya una fuerza formidable, disponible y en crecimiento.

El compromiso presidencial de crear una GN digna, eficiente y socialmente respetable ha alcanzado ya un nivel importante, mas falta mucho, sobre todo en crear un sistema educativo.

Sin embargo, ante lo logrado y en una situación de seguridad en constante deterioro habría que pensar en cuál sería nuestra situación sin ella. Hay logros, pero falta mucho.

El proyecto requiere ajustes conceptuales, interpretados mediante nuevas articulaciones legales y definiciones prácticas de organización y ­funcionamiento.

Un ejemplo de su indeterminado existir es la propia ley que la crea. Su artículo 9 le asigna 43 atribuciones, lo que equivale a no tener límites. Así, todo acto encontrará justificación. Desde ahí surge un principio de descontrol.

El proyecto es de alto interés nacional. Debe ser el instrumento más idóneo para enfrentar la violencia de todo género y alcance. La alarma social es más estridente cada día.

Es un deber de todos hacer que cada momento sea mejor que el precedente; sin embargo, pareciera que nos importa más su naturaleza polémica que sus méritos esperanzadores.

Se ha visto lamentablemente hundida en el remolino político más de intereses prelectorales que de su propia naturaleza. Mala cosa. Se le debe ver con la sabiduría de identificarla como última certidumbre.

Pareciera que en el presente debate legislativo se ignora la gravedad de mantener controversias dilatorias cuando todos debiéramos sumarnos en favor de la GN. Estamos ante la última llamada. Estamos jugando con valores supremos. Decirlo no ofende a nadie. ¡Hay un alto interés nacional en juego!