El presidente Andrés Manuel López Obrador calificó de hipócritas a quienes han criticado que en el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2023 se haya asignado un billón de pesos para el pago de la deuda: Sí, pero, ¿quién la contrató? Ya se les olvidó. Es un billón que se ha pagado de servicio de deuda sólo del Fobaproa.

En conferencia, aseveró que la aprobación del rescate bancario lo pactaron el PRI y el PAN, a pesar de que este último partido, bajo la dirigencia entonces de Felipe Calderón, se había comprometido a no avalar ese mecanismo de endeudamiento público. López Obrador abordó el tema para descalificar a sus críticos, por la escasa memoria del origen de una importante parte de la deuda nacional que ahora, en conjunto, alcanza 13 billones de pesos.

Este monto total involucra los créditos externos, los cuales, dada la fortaleza que ha mostrado el peso mexicano en esta coyuntura, se ha mantenido estable. En contraste, admitió el Presidente, las decisiones del Banco de México de elevar las tasas de interés ha encarecido el endeudamiento interno del gobierno.

López Obrador mostró la evolución del débito en los últimos cuatro sexenios para comparar el aumento que registró en cada administración desde el monto original que recibieron y el cuarto año de gobierno.

En el cuarto año del sexenio de Vicente Fox ya había una deuda de 2.69 billones de pesos, lo que representó un aumento, en cuatro años de su gestión, de 31.2 por ciento; en la admnistración de Calderón, al cuarto año la deuda se ubicaba en 4.49 billones de pesos, con un aumento de 43.2 por ciento respecto de en cuánto la recibió.

Durante el gobierno de Peña Nieto, la deuda en 2016, era de 8.85 billones de pesos, 50 por ciento mayor a la recibida, y en la actualidad es de 13 billones de pesos, un 26 por ciento superior a la registrada en 2018.