nte la tragedia que se vive en la mina El Pinabete de Coahuila, donde 10 mineros luchan por su vida, el presidente López Obrador recordó que ni Porfirio Díaz entregó tanto suelo patrio como lo hicieron los gobernantes del neoliberalismo; alrededor de 120 millones de hectáreas concesionaron en los 36 años de dominio neoliberal, equivalentes a 60 por ciento del territorio nacional.

Cierto es: entregaron concesiones a manos llenas y casi todas a los corporativos de los barones de siempre, es decir, a Germán Larrea (Grupo México), Alberto Bailleres (Grupo Bal) y Carlos Slim (Minera Frisco), que sólo enriquecieron a esos magnates, depauperaron, aún más, a las comunidades donde se extraen los minerales y en nada beneficiaron al país. Co-mo se ha comentado en este espacio, el país está colmado de riquezas naturales, aparentemente inagotables, que resultan más que suficientes para hacer de ésta una verdadera república de la abundancia, con los consecuentes beneficios económicos y sociales para su población.

Sin embargo, el régimen neoliberal, sin olvidar la corrupción enquistada en la vida política nacional, decidió, sin más, pero con muchos moches de por medio, que esa abundancia debería concentrarse en pocas manos, en especial en aquellas que también se dedican a financiar campañas electorales y propaganda negra contra quienes difieren de ese concepto cavernario, lo que garantizaba la permanencia de ese mismo régimen y negocios de cuento de hadas.

A la vuelta de los años, buena parte de la riqueza nacional ha quedado en unos cuantos corporativos nacionales y algunos foráneos, que se retuercen ante la primera posibilidad, por mínima que sea, de cambiar el intolerable estado de cosas. ¿Quiénes garantizan esos negocios inimaginables con los bienes de la nación? Los señores que ocuparon Los Pinos y sus respectivas pandillas delictivas. Al mismo tiempo, los beneficiarios de la parte empresarial se sintieron con todo el derecho de expoliar al país y a sus habitantes.

También en este espacio se ha documentado que sólo en los dos sexenios panistas (Fox y Calderón) grandes consorcios mineros extrajeron el doble de oro y la mitad de la plata con respecto a los volúmenes obtenidos por la Corona española en 300 años de conquista y coloniaje. Por ejemplo, entre 2005 y 2010, el valor de la producción minera en manos del puñado de corporativos privados concesionados sumó 552 mil 422 millones de pesos, a cambio de los cuales pagaron derechos, si en realidad lo hicieron, por 6 mil 543 millones, una diferencia cercana a 85 tantos entre un monto y el otro.

Ese es un ejemplo del beneficio de las concesiones mineras que en el régimen neoliberal se otorgaron como si fueran caramelos, sin dejar de lado las vergonzosas condiciones laborales y de seguridad en las que los mineros deben hacer su trabajo, sólo para enriquecer, aún más, a los barones de siempre. Como en tragedias anteriores, ahora que se accidentó la mina El Pinabete, todos hablan de revisar las condiciones de trabajo de los mineros e investigar a los responsables, pero pasan los días, se suceden los accidentes, se olvida el drama, y las condiciones laborales, la expoliación y la acumulación de riqueza permanecen sin cambio alguno.

Transcurre el tiempo y los 10 mineros permanecen en el fondo del pozo. Laura Velázquez Alzúa, coordinadora nacional de Protección Civil, informó ayer que continúan las labores de rescate y se cumplen 134 horas de trabajo continuo, donde no se descansa ni un minuto; 24 horas del día para lograr el rescate de los mineros que se encuentran atrapados.

La Secretaría de Marina se sumó a estos esfuerzos con un dron submarino. Lamentablemente, dijo la funcionaria, no existen condiciones para el ingreso de cuerpos de búsqueda y rescate. Se observó gran cantidad de elementos sólidos y turbulencia. El equipo permitirá más adelante videograbar las condiciones de galerías y pozos una vez que se hayan reducido los tirantes de la mina. Se continuará con el bombeo desde cada uno de los pozos y así en cada uno de los cárcamos que se han perforado. Y a todo esto, ¿dónde está la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde?

Las rebanadas del pastel

El impresentable Alito obtuvo suspensión definitiva contra las declaraciones de la gobernadora Layda Sansores (quien no puede publicar en redes sociales comentarios contra el líder del PRI), pero ni con lejía podrá limpiar su imagen ni su gansteril historial.

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