Del total de zonas urbanas del país, casi una cuarta parte están catalogadas con un grado alto o muy alto de rezago social, entendido como la carencia de servicios básicos de salud, educación y vivienda, así como de bienes del hogar, señaló el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Al dar a conocer los resultados de un estudio sobre el grado de rezago en 2020 en las llamadas Áreas Geoestadísticas Básicas (AGEB) de las zonas urbanas, el organismo explicó que en México existen 61 mil 430 de dichas unidades territoriales, cuyo nivel de atraso social se divide en cinco categorías: muy bajo, bajo, medio, alto o muy alto.

De acuerdo con el informe del Coneval, del total de AGEB urbanas del país –en las cuales vive 78.6 por ciento de la población total–, 10 mil 264 (16.7 por ciento) están consideradas de alto rezago, mientras otras 3 mil 947 (6.4 por ciento) serían de muy alto rezago, para un total de 23.1 por ciento en su conjunto.

La mayoría de esas demarcaciones se encuentran en los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Puebla y Yucatán, y en ellas vive entre 29.3 y 52.1 por ciento de la población urbana de esas entidades. El estudio indicó que en 297 municipios de los estados referidos el total de sus habitantes (más de 562 mil) están en AGEB catalogadas de muy alto rezago.

En contraposición, en las AGEB urbanas que tienen un grado de rezago social bajo o medio vive 72.7 por ciento de las personas que habitan en ciudades en todo el país, y la mayoría de ellas se ubican en Aguascalientes, Baja California, Ciudad de México, Nuevo León y Querétaro. En ellas habita más de 65 por ciento de pobladores de cada una de esas entidades.

Según el estudio del Coneval, la única demarcación territorial cuya totalidad de AGEB (102) fueron catalogadas como de muy bajo rezago social en todo el país es la alcaldía Benito Juárez, en la Ciudad de México, con una población de 434 mil 153 personas.

Por lo que se refiere a los indicadores para definir el grado de rezago social, el porcentaje de viviendas que no tienen acceso a Internet muestra la mayor brecha en su incidencia promedio, pues el grado de atraso considerado muy alto está presente en 90.2 por ciento de las AGEB, mientras el muy bajo sólo se encuentra en 12.5 por ciento.

El Coneval enfatizó que los mencionados indicadores no son una medición de pobreza, ya que no incorporan elementos como ingreso, seguridad social y alimentación, pero pueden orientar, con aún mayor precisión, la toma de decisiones en materia de política de desarrollo social.