Puerto Príncipe. Presuntos pandilleros incendiaron un tribunal cerca de la capital haitiana ayer por la mañana, en un nuevo ataque al sistema judicial del país.

Roosevelt Zamor, fiscal de la región de Croix-des-Bouquets, declaró a la agencia Ap que se quemaron importantes documentos y que las autoridades cerraron el edificio, ubicado al noreste de Puerto Príncipe.

El incendio ocurrió en una región controlada por la pandilla 400 Mawozo, a la que las autoridades atribuyen el asesinato de un inspector policial el domingo en una iglesia en Croix-des-Bouquets y de prender fuego al templo.

La policía ha trabajado día y noche para estabilizar a la comunidad, aseguró el fiscal Zamor.

Un video que circula en redes sociales muestra a presuntos pandilleros rodeando al policía mientras muestran sus identificaciones a la cámara, se ve cómo cortan las manos al agente y luego le disparan. El presunto líder indicó que el ataque fue en respuesta a la muerte de motociclistas a manos del uniformado y amenazó con matar a otro elemento de seguridad.

El incendio en la corte ocurre un mes después de que otra pandilla atacó un tribunal de primera instancia en el centro de la capital, de donde sacó y quemó documentos y evidencias de varios casos penales. Los delincuentes mantienen el control de parte de esa corte.

Las pandillas en Haití se han vuelto más poderosas desde el asesinato, el 7 de julio de 2021, del presidente Jovenel Moïse. Los secuestros se han incrementado y disputas territoriales cada vez más violentas han cerrado las principales carreteras del país.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha advertido que la policía nacional necesita ayuda inmediata para combatir el crimen y la violencia, en momentos en que Estados Unidos y otros países entrenan y envían recursos para fortalecer una agencia que tiene solamente 12 mil 800 policías activos, en una nación de más de 11 millones de habitantes.

La policía busca frenar la reciente violencia en el barrio miseria capitalino de Cité Soleil, donde la ONU dice que 471 personas han resultado muertas, heridas o desaparecidas en una semana, y unas 3 mil se han visto obligadas a huir.