El boxeo olímpico está en serio riesgo de desaparición, afirma el presidente de la federación mexicana, Ricardo Contreras, sobre la decisión del Comité Olímpico Internacional (COI) de volver a desconocer a la organización internacional que gestionaba el pugilismo amateur.

Hace un par de años, el COI desconoció a la AIBA como organizadora del boxeo amateur mundial y responsable de los torneos y clasificaciones rumbo a los Juegos de Tokio 2020. Fue el propio comité quien se encargó de preparar las eliminatorias para esa edición.

Después de que AIBA sufrió un cambio de estructura, a la espera del reconocimiento, modificando incluso sus siglas, el mes pasado el COI rechazó de nuevo que este ente se haga responsable del pugilismo amateur. La razón es la misma: ausencia de transparencia en la gobernanza y sospechas de ma-las prácticas.

El problema ha sido el señalamiento de poca transparencia en la gobernanza y las acusaciones de que se arreglaron peleas en los Juegos Olímpicos de 2016, expli-ca Contreras.

Los fallos en Río de Janeiro pusieron en duda la transparencia de los combates y se habló de corrupción en los jueces, que incluso fueron sancionados, pero ha sido difícil demostrar que hubo arreglos, no digo que no exista, pero confirmarlo resulta muy complicado.

Contreras lamenta que el daño a la reputación de este deporte, pues lo deja bajo un escrutinio muy severo. Se trata de algo delicado, reconoce, pero donde los afectados resultan ser los menos responsables; es decir, los atletas que se esfuerzan por sobresalir y quedan en situaciones injustas.

Dejar fuera del programa olímpico al boxeo sería un golpe mortal al deporte, continúa Contreras; no es por dopaje, sino por algo que mancha su historia, por sospechas de arreglos de peleas para beneficiar a ciertos países con poder en el deporte mundial, pero eso no es culpa de los competidores, sino, en todo caso, de dirigentes con intereses.

Por ahora, los posibles boxeadores olímpicos ya tienen un dilema enfrente. Antes –explica Contreras– existían hasta tres torneos para conseguir un boleto a los Juegos. Uno se disputaba contra países del mismo continente, otro a nivel mundial y existía aún la posibilidad de un repechaje. En el nuevo entorno sólo existe una sola competencia global que reduce drásticamente las oportunidades de clasificar.

El boxeo está bajo vigilancia muy severa. Si no para París 2024, sí puede estar en riesgo su inclusión en los Juegos de Los Ángeles 2028 si no hay acuerdos sobre la gobernanza y transparencia. Mientras tanto, las boxeadoras y boxeadores entrenan sin saber si tienen uno o dos torneos para conseguir una plaza, finaliza.