Senadores de Morena demandaron la liberación de la luchadora social indígena Kenia Inés López Monte Albán, quien desde hace tres años está detenida en un penal de alta seguridad, en las cercanías de Guerrero, por participar en la toma de una caseta de cobro de autopista, como parte de una protesta pacífica, para exigir la libertad de tránsito, en la que ni siquiera se impidió la circulación de vehículos.

Fue absuelta en un primer proceso, pero se le han seguido otros más, aunque se probó que no participó en otras protestas similares, expresó el senador José Narro, quién logró ingresar a ese Penal donde López Monte Albán está aislada, sin poder recibir ninguna visita y sólo se le permite reunirse con sus abogados 10 minutos cada mes.

La protesta social no puede penalizarse, comentó e hizo notar que detrás del ensañamiento judicial contra López Monte Albán, están las empresas concesionarias de las autopistas, a los que les, molesta que la activista indígena, defensora de presos políticos en Guerrero, denuncie desde su organización, Zapata Vive, que muchas de las carreteras federales fueron construidas sobre terrenos ejidales y comunales, sin indemnizar siquiera por ese despojo a las comunidades indígenas y campesinas. La indígena realizó en noviembre del año pasado una larga huelga de hambre en la que sólo consumió agua y electrolitos, en demanda de que cesen el maltrato y los hostigamientos y se permita a sus hijos visitarla en ese Centro de Reclusión Femenil 16, de alta seguridad para mujeres, ubicado Puente de Ixtla, Morelos, en las cercanías con el estado de Guerrero.

Carta al Presidente

Pese a las promesas de las autoridades para que levantara el ayuno, sigue incomunicada. No es posible que se trate como delincuente de alta peligrosidad, comentó el senador Narro.

La luchadora social pidió a Narro entregar al presidente Andrés Manuel López Obrador una carta, en la que le pide que se revise su caso y que se haga justicia para las mujeres indígenas que luchan por sus pueblos y sus derechos humanos.