En el Senado se analiza la iniciativa de ley cunas vacías, que presentó Morena, en la que plantea modificar las legislaciones laborales y de salud para garantizar atención integral y multidisciplinaria a las mujeres que perdieron a sus hijas o hijos durante el embarazo, el parto o el puerperio.

La presidenta de la comisión especial encargada de dar seguimiento a los casos de feminicidio de niñas y adolescentes, la senadora Gabriela López Gómez, organizó el conversatorio El duelo silencioso: derechos por muerte fetal y perinatal, en el cual madres y padres expusieron sus testimonios sobre el dolor que pasan al perder el embarazo o por muerte fetal, el maltrato que recibieron en hospitales y la violación a sus derechos.

Durante su participación en el foro, la directora del Instituto Nacional de Perinatología, Irma Alejandra Castañeda Coronado, detalló que cada 24 horas mueren a nivel nacional 44 recién nacidos por diferentes causas, esta cifra crece a 54 en cuestión de fetos, y de dos a tres mujeres fallecen por causas del embarazo. Las defunciones de los neonatos , dijo, muchas veces se dan en circunstancias inmediatas, lo que provoca un duelo severo en la madre y su familia.

Trato digno y humano

Este conversatorio surgió, explicó la morenista López Gómez, por la necesidad de visibilizar no sólo la complejidad de atravesar por el fallecimiento de una hija o hijo, sino también la deuda que existe en México respecto al reconocimiento de una serie de derechos que aseguren un trato digno, empático y humanizado hacia las familias.

Es tiempo de que la ley garantice que el trato digno y humano no sea más un asunto de suerte, sino un derecho pleno para las afectadas y sus familias.

Se establece, precisó la legisladora, en esa iniciativa de ley que presentó el presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal, la obligación de las autoridades sanitarias de garantizar el trato digno, los derechos humanos y el bienestar físico, sicológico y emocional de las mujeres; además, plantea dar capacitación permanente y profesional en esta materia al personal técnico y auxiliar de la salud.

De igual forma, se enfatiza el derecho al acompañamiento para que, en casos de fallecimiento fetal o perinatal, las madres puedan estar acompañadas en todo momento por personas de su confianza y elección.

Expone también que se puedan otorgar los permisos de duelo a madres y padres trabajadores por la muerte de sus hijas o hijos, que correspondan a, por lo menos, cinco días laborales con goce de sueldo.

Por supuesto que esta iniciativa no alcanza para vencer a la muerte, ni para aliviar el dolor y para traer de vuelta a los bebés, ni para reconstruir las vidas que imaginamos a su lado, aseveró.

Al contar su testimonio, Brenda Zepeda Mondragón dijo que el fallecimiento de su bebé le ha afectado mucho a ella y a su esposo, es un tiempo de dolor y tristeza, además de que “es lamentable que algunos hospitales no te atiendan y sólo te digan ‘aquí no la podemos recibir, vaya a otro nosocomio’”.