Jueves 23 de junio de 2022, p. 9
La Habana. Entre luces, sonidos y colores, Pablo Milanés conjuró versos del pasado, presente y futuro para hipnotizar a miles de espectadores en La Habana. Desde un escenario atípico, el Coliseo de la Ciudad Deportiva, el cantautor agradeció la masiva asisencia que colmó las graderías y calificó al público como el mejor de su carrera, con independencia de giras y presentaciones en diferentes latitudes.
Siempre he dicho que Cuba es mi mejor público, pero ustedes ya se pasaron
, recibió así a los miles de asistentes que gritaban por él desde las gradas del Coliseo de la Ciudad Deportiva en La Habana.
Sus seguidores habían estado días antes, toda la noche y la mañana, esperando comprar entradas. Algunos tenían dos años sin escucharlo en vivo. Llenaron las redes con clamores, no podía ser que se hubieran vendido tan pocas entradas. Dos años es mucho tiempo. Pablo es mucho Pablo. Lograron que el concierto se reubicara en el sitio final.
Niños, padres, jóvenes llegaron desde las 5 de la tarde. Se disputaban los asientos de abajo, querían verlo lo más cerca posible, alzar la mano y tocarlo, según Cubadebate.
No sorprendió que cuando, a las nueve en punto, Milanés hizo su entrada en el escenario, las gradas se llenaran de luces y estallaran los aplausos. Había euforia y canto.
Sentado en el centro del escenario, en aparente postura inmutable, Milanés conmocionó a la audiencia con más de una veintena de canciones que retumbaron como eco en los asistentes a la cita, quienes reverenciaron el toque divino de un artista que niega ser dios
.
Acompañado por Miguel Núñez (piano) y Caridad Varona (chelo), el compositor interpretó representativos de su repertorio –compuesto por cerca de 400 temas–, como Comienzo y final de una verde mañana, Los males del silencio, El tiempo pasa, La soledad, Flores del futuro, El breve espacio y Yolanda.
También cantó Cuando tú no estás, adelanto de una nueva producción que compila 10 sencillos marcados por la melodía de Núñez y la letra del propio Milanés.
Sin intermedios y con pausas breves para hidratar la garganta, el fundador del Movimiento de la Nueva Trova –junto con Silvio Rodríguez y otros artistas– evocó los días de gloria
en la nación caribeña y recordó con nostalgia los años transcurridos
.
Milanés conjuga en su trayectoria una mezcla de géneros de la música cubana y americana, que oscilan entre la tradición y la modernidad, el filin, el jazz, la rumba, el son y el bolero.
Concebido como parte de la gira internacional Días de luz, el recital derivó en viaje en el tiempo para generaciones entretejidas en el auditorio, que durante aproximadamente dos horas pusieron los relojes en pausa y profesaron su cariño a quien al cierre de la presentación pidieron Ámame como soy.