Área natural protegida no detendrá a empresarios: Trinidad Ramírez
Viernes 29 de abril de 2022, p. 14
La creación de un área natural protegida (ANP) en la zona del Lago de Texcoco fue una decisión acertada del actual gobierno para evitar que continuara el daño ecológico que ya estaba generando el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), pero sería ingenuo
pensar que los inversionistas interesados en dicho proyecto ya renunciaron a él, advirtió Trinidad Ramírez, integrante del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), de San Salvador Atenco.
La activista lamentó que la creación de la mencionada ANP y la defensa de los recursos naturales de las comunidades se dificulta por la presencia de funcionarios de administraciones anteriores que siguen enquistados
en diversos organismos.
Durante un foro realizado ayer en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, la activista hizo un recuento de la lucha de los pobladores de Atenco y otras localidades para rechazar los proyectos aeroportuarios que han surgido desde el sexenio de Vicente Fox, y aunque saludó el hecho de que este gobierno haya creado la ANP, consideró que no puede descartarse un nuevo intento por revivir el NAIM en el futuro.
Es ingenuo pensar que basta con la creación del área natural protegida, porque los intereses empresariales siguen en pie
y los ataques en contra del FPDT no han cesado por parte de grupos que sí estaban interesados en la venta de tierras y otros negocios que se detonarían con el aeropuerto en Texcoco, alertó Ramírez.
Por su parte, el sociólogo César Enrique Pineda señaló que proyectos como el del NAIM se inscriben en la lógica de los organismos financieros internacionales de que crear aeropuertos e infraestructura de comunicaciones en general es deseable per se, sin tomar en cuenta el nivel de devastación que se genera al obtener los materiales de construcción para dichas iniciativas.
De igual forma, las terminales aéreas hoy están pensadas como uno de los eslabones del modelo del turismo a gran escala, el cual está dedicado para una pequeña élite mundial
capaz de gastar grandes sumas y dejar una considerable huella de carbono, sin importar los daños medioambientales que puedan causar.
Un ejemplo de esto, indicó Arturo González, también integrante del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, es que en la región aledaña al cancelado NAIM se crearon más de 200 bancos mineros para extraer las rocas con las que se iba a rellenar el Lago de Texcoco para dar solidez al aeropuerto, lo que provocó la desaparición de cerros enteros y el cambio de los flujos de agua.