Miércoles 27 de abril de 2022, p. 23
Ante el anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador de que en los próximos días presentará un plan contra la inflación, el director del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Luis Fernando Haro, subrayó que el control de los precios en los alimentos no ha funcionado, menos en una economía tan abierta como la mexicana.
En tanto, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), José Medina Mora Icaza, sostuvo que la iniciativa privada está dispuesta al diálogo con el gobierno federal para llegar a un acuerdo que permita detener la inflación, pero se manifiesta en contra del control de precios.
Haro dijo que el problema de un tope de precios en los alimentos es que puede llevar a acaparamiento, mercado negro, falta de oferta y, en lugar de tener el beneficio de precios razonables para la población, se podría revertir el efecto. Incluso puede haber desabasto.
Se sabe que ha habido reuniones con empresas, muchas del sector agroalimentario y se está en pláticas para ver la manera de mitigar los impactos del alza de alimentos
, refirió en entrevista.
Es importante fortalecer la producción doméstica y que se apoye a pequeños, medianos y grandes productores que son los que competimos
. Y confió en que se den políticas públicas para incentivar la producción nacional y dejar de importar tan fuertemente granos y oleaginosas, más con el conflicto de Rusia y Ucrania que genera un problema a nivel mundial
.
De su lado, el líder de Coparmex apuntó que en la medida en que haya diálogo se puede llegar a acuerdos para que las empresas disminuyan sus utilidades y eviten que los precios de la canasta básica se vean afectados.
Sin embargo, desde Coparmex y los organismos empresariales nos manifestamos en contra del control de precios
, expresó.
Advirtió que cuando un gobierno pone un precio límite, quien paga las consecuencias es el consumidor, como se ha visto con el tope de precios al gas LP, y además recibe el subsidio una población que no lo necesita.
Además, señaló que el tope de precios ha hecho que sea más costosa la actividad de las empresas distribuidoras, pues entre más venden, más pierden. Pueden aguantar un cierto tiempo, pero empieza a haber escasez y otros mecanismos de mercado negro
.