Jueves 31 de marzo de 2022, p. a10
El ingreso de los aficionados al estadio Azteca para el duelo ante El Salvador con el sistema de identificación digital (FanID) fue ágil y no hubo fallas tecnológicas; no obstante, el público abucheó al seleccionador Gerardo Martino y el sonido local ahogó el grito ¡eeeh, puto!
en los minutos iniciales.
Las largas filas y los tumultos que se apreciaron el pasado jueves en los accesos principales no se vieron en el encuentro de ayer, aunque cabe mencionar que en esta ocasión el número de asistentes era mucho menor, pues se calcula que fue de 20 mil a 25 mil personas.
El tiempo para poder entrar al inmueble era de máximo cinco minutos. Con boletos impresos o digitales e identificación oficial en mano, el público ingresó de manera fluida y sin retrasos.
Llegamos mucho antes porque pensamos que nos íbamos a tardar demasiado en entrar, pues vimos que la semana pasada todo fue muy caótico, pero afortunadamente está muy tranquilo y el ingreso fue muy rápido
, señaló el señor Miguel Flores, quien acompañado de su esposa y sus dos hijos llegó al estadio desde tres horas antes del partido.
Esta vez tampoco se observó enojo y desesperación entre el público por no poder entrar rápidamente al Coloso de Santa Úrsula, en cuya explanada se armaron pequeñas fiestas antes del inicio del cotejo.
Al son de música de banda y mariachi, diversos grupos de aficionados esparcidos por todo el estacionamiento cantaban y bailaban mientras bebían cervezas y echaban porras al conjunto tricolor.
Nos vamos al Mundial
, nos vamos al Mundial
y sí se puede
, sí se puede
eran los gritos predominantes entre la afición, que gracias al ambiente festivo de ayer previo al encuentro se olvidó de la reciente falta de goles y buenos resultados del equipo tricolor.
Dentro del estadio, la afición siguió muy entusiasmada y continuó con las porras y los cánticos en apoyo a la selección, aunque no tanto para su técnico, Gerardo Tata Martino, quien fue abucheado cuando su nombre apareció en las pantallas al anunciar la alineación de su equipo.
Antes de comenzar, el portero Guillermo Ochoa tomó el micrófono y agradeció a los seguidores del Tri por su asistencia al último partido de la eliminatoria mundialista, pero también les pidió tener un comportamiento ejemplar
.
Apenas en los primeros minutos del duelo, en un despeje del arquero salvadoreño, la afición tricolor entonó el “¡eeeh…!”, pero antes de que se escuchara el grito homofóbico, el sonido local lanzó un ¡eeeh, México!
para distorsionar el sonido que provenía de las gradas.
Durante el resto del partido, sólo abucheó a los jugadores rivales, y al parecer pactó una tregua en el tema de la expresión discriminatoria, al menos en este encuentro.