Morena llega el viernes a siete años de existencia como partido político nacional de manera oficial. En su corta historia, ha acumulado más triunfos electorales que cualquier otro proyecto político surgido desde las izquierdas, pero también ha tenido obstáculos en su organización que no ha logrado superar.

No sólo se convirtió desde 2018 en la primera fuerza en el Congreso de la Unión, sino que, tras los triunfos obtenidos en las pasadas elecciones, gobernará en más estados de los que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) logró en más de 30 años.

Pese a ello, en sus siete años de vida, Morena no ha terminado de consolidar una estructura interna sólida: carece de dirigencia local elegida por sus militantes en al menos cinco estados y no ha concretado un proceso interno local desde 2015. Su consejo nacional lleva igualmente seis años sin renovarse, contrario a los plazos definidos en sus estatutos.

También, cuenta con un padrón de militantes en desorden, del cual no ha podido acreditar ante el Instituto Nacional Electoral (INE) a todos sus afiliados, a pesar de permanecer cerrado a nuevos registros desde finales de 2017, y ha transcurrido los últimos tres años en medio de conflictos internos que han frenado muchas de sus metas a corto plazo.

En contraste con el sol azteca –que antes de Morena fue el proyecto político de izquierda con mayor presencia en el país, y el cual surgió de la unión de agrupaciones que conformaron el Frente Democrático Nacional en 1988– el partido guinda logró en dos legislaturas (de 2015 a 2021) más diputados federales y senadores que los que alcanzó el PRD en cinco.

El movimiento comenzó su formación tras las elecciones presidenciales de 2006, impulsado por el ahora presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, junto con intelectuales, activistas y un sector del PRD que comenzó poco a poco a alejarse de esa agrupación al expresar su descontento con las posturas de la corriente de los Chuchos.

Aunque la asociación política Movimiento de Regeneración Nacional fue registrada en octubre de 2011, fue hasta el 9 de julio de 2014 cuando el Consejo General del INE aprobó de manera oficial su registro como partido político nacional.

Con una discreta participación en sus primeras elecciones federales para diputaciones en 2015, con 8.8 por ciento de votos, los morenistas ganaron sus primeras cinco delegaciones en la capital del país y se convirtió en mayoría en la entonces Asamblea Legislativa, por lo que la Ciudad de México se convirtió en su principal bastión, hasta los pasados comicios en los que perdió la mitad de las alcaldías.

En su historia, primero como asociación y luego como partido, Morena ha tenido tres presidentes: Martí Batres, López Obrador y Mario Delgado. Han sido interinos Yeidckol Polevnsky, por casi tres años, y Alfonso Ramírez Cuéllar.