Honra a sobreviviente
▲ El papa Francisco besó el tatuaje en el brazo de una sobreviviente del Holocausto durante la audiencia general de ayer. Lidia Maksymowicz, ciudadana polaca deportada a Auschwitz desde su Bielorrusia natal cuando tenía tres años, mostró al Papa el número tatuado por los nazis y éste se inclinó y lo besó. No hubo diálogo entre ambos.
Nos entendimos con la mirada, declaró la mujer, quien pasó tres años en la zona de niños del campo y fue sujeto de experimentos de Josef Mengele, conocido como el Ángel de la muerte. Liberado el campo, fue acogida por una familia polaca.Foto Afp
Periódico La Jornada
Jueves 27 de mayo de 2021, p. 23
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