Madrid. Cinco millones 100 mil madrileños acudirán hoy a las urnas para elegir a un nuevo gobierno autonómico y a los 136 parlamentarios de la Asamblea regional. Será un mandato de dos años, dado que se trata de elecciones anticipadas, de acuerdo con la legislación.

La batalla proselitista, que se extendió mes y medio, fue cruenta, con insultos, agresiones físicas y muy poco debate sobre los problemas que aquejan a la ciudadanía, sobre todo la crisis humanitaria, sanitaria y económica provocada por la pandemia del Covid-19.

Isabel Díaz Ayuso, presidenta y candidata del derechista Partido Popular (PP), parte como favorita, y su principal rival, Ángel Gabilondo, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), está 20 puntos detrás, según los sondeos.

El presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, se involucró en la campaña de su partido en un intento por doblegar una plaza que lleva 26 años de gobiernos de derecha.

Concurren seis partidos con posibilidades: el PP, con su candidata Díaz Ayuso, que podría rozar la mayoría absoluta y duplicar sus resultados de hace dos años al pasar de 30 a 60 o más escaños; el PSOE, con el catedrático Ángel Gabilondo, que quedará, según sondeos, con 28.

El tercero en es la coalición ciudadana Más Madrid, que surgió de una escisión de Podemos, su candidata, Mónica García, es una trabajadora sanitaria de 45 años que ha defendido los servicios públicos y ha sido la voz más escuchada de la oposición durante la legislatura y la campaña. Le sigue la extrema derecha populista, Vox, que obtendrá entre 10 y 15 curules y podría ser crucial para la formación del nuevo gobierno.

El quinto es Unidas Podemos (UP) y su líder Pablo Iglesias, quien renunció a la vicepresidencia segunda del gobierno para intentar desalojar del poder a la derecha en Madrid. Según las encuestas, tanto la marca política de UP como su líder, Iglesias, siguen en franca caída, al igual que les ha ocurrido en plazas como Galicia, el País Vasco o Cataluña.

Por último, Ciudadanos, formación emergente de centroderecha, que pasará de ser la tercera fuerza en la región a su más que probable desaparición del Parlamento.

Los ciudadanos fueron convocados en un día laboral, algo que ha ocurrido muy pocas veces en la historia del país.