A los ocho años de edad, Prisca Awiti Alcaraz, comenzó a practicar judo en su natal Londres. Apoyada por su padre, un médico keniano, y de su madre mexicana, maestra de yoga, estuvo con la selección de Gran Bretaña y se dio cuenta que difícilmente alcanzaría lo que siempre ha soñado para estar en unos Juegos Olímpicos, porque habían cuatro más en su categoría tan buenas como ella.

La joven tiene ahora la oportunidad de competir por México en la justa olímpica, país al que representa desde 2017, luego de tomar la decisión a sugerencia de su entrenador de que no había otra opción que la llevara a concretar su meta.

Prisca Guadalupe viaja de Londres a México cada vez que hay una competencia. Lo hizo en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y quedó en quinto lugar en la categoría de -63 kilogramos. Ha estado en torneos internacionales y abiertos europeos para terminar entre el top 10.

Hace unos días estuvo en Guadalajara y ganó la medalla de plata en el Campeonato Panamericano que le dio puntos para el ranking olímpico.

Tengo la plaza y medio pie en el avión para estar en Tokio. Ganar las finales y dar una medalla a México, asevera la judoca de 25 años, quien domina el idioma español.

De su paso en la selección inglesa confiesa que está agradecida, pues estuvo con ellos desde que tenía 12 años. Sin embargo, su categoría es muy competitiva, era estresante para mí estar con otras cuatro chicas peleando un lugar. Algunas se fueron a otros países porque estaban en la misma situación que yo. Luego me lesioné la rodilla y estuve tres meses sin competir.

▲ Awiti (en azul) decidió competir por México y cumplir el sueño olímpico, toda vez que su mamá es de León.Foto @AwitiAlcaraz

Al principio, cuando se integró con el equipo mexicano, había cierto resquemor y era normal, como dice Prisca; no me conocían, no había hecho nada, es justo. Me dije tengo que enseñar mi nivel. Fuimos a varios torneos y saqué buenos resultados.

No hay tiempo para la relajación, asume la judoca, porque aún le falta realizar un campamento en España, dos competencias más, una en Rusia, en mayo, y el Mundial de Hungría, al siguiente mes.

“Estaré más tranquila cuando vea mi nombre con la plaza olímpica. Llevar la bandera de México en alto y ojalá ganar la medalla para un país que me ha dado la oportunidad de cumplir mis sueños.

Darle alegría a mi padre Xavier Awiti, de origen keniano y médico en salud mental, y mi mamá María Dolores Alcaraz, que es de León, Guanajuato. Así crecí con viajes de Londres a México y cada vez que vengo a la ciudad me quedo en la casa de mi tía, platica Prisca, quien seguirá sus entrenamientos en la Universidad de Bath en Inglaterra.