Hay que organizar a promotores turísticos y productores
Martes 9 de marzo de 2021, p. 15
En la actividad pesquera y acuícola, la producción anual tiene un valor de 730 millones de dólares, muy similar a la derrama que aporta el buceo en 860 sitios distribuidos a lo largo de las costas nacionales, la mitad de las cuales se encuentra en áreas naturales protegidas, indica una investigación divulgada en la revista científica Marine Policy.
Coordinado por Octavio Aburto, del Instituto de Oceanografía Scripps de la Universidad de California en San Diego, el estudio precisa que la actividad la promueven 264 operadores turísticos que ofrecen servicios de esnórquel y buceo, por lo que existe potencial para generar beneficios con una estrategia de negocio que reduzca la presión sobre la biodiversidad.
Tan sólo en 2019, el segmento turístico subacuático contribuyó con unos 725 millones de dólares a la economía nacional, de los que 455 millones fueron generados por pequeñas empresas.
En tanto, al año se extraen 1.3 millones de toneladas de productos del mar por unas 73 mil embarcaciones, tanto de la flota industrial como la ribereña. En promedio, esta actividad genera unos 730 millones de dólares anuales.
El reporte se pregunta cómo organizar a los buzos que anualmente realizan más de un millón de inmersiones en los mares mexicanos para que, junto con las comunidades, promotores turísticos y los pescadores, generen sinergia a favor de la salud de los ecosistemas.
De los 860 sitios de buceo identificados en el estudio, 51 por ciento están ubicados dentro de alguna área natural protegida. Sólo 7 por ciento está dentro de las zonas núcleo, en donde se prohíben las actividades extractivas. De ellos, 48 por ciento de los sitios se hallan en la península de Baja California y 28 por ciento en la de Yucatán, 12 en el Pacífico y el mismo porcentaje en la parte del Golfo de México.
Fabio Favoretto, coautor del estudio, consideró que las evidencias científicas de los beneficios ecológicos y socioeconómicos de una protección adecuada de los hábitats marinos son contundentes, pues lo que la naturaleza necesita es nuestro compromiso en dejarle los espacios que necesita para recuperarse, y nosotros, como seres humanos, podemos beneficiarnos enormemente de esta recuperación
.